Una utopía es lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador planteará a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, durante su próximo encuentro en la décima Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN): la integración de todos los países del continente, dejando atrás políticas intervencionistas.
Y si bien se trata de un sueño, reconoció el mandatario mexicano, pudiera consumarse por las convicciones del jefe de la Casa Blanca.
En la conferencia matutina, López Obrador habló de las ideas que expondrá a su colega estadunidense en la Cumbre, que se realizará del 9 al 11 de enero, en Palacio Nacional.
El canciller Marcelo Ebrard detalló que seis serán los temas “pilares” en la agenda del encuentro, en el que también estará el premier de Canadá, Justin Trudeau: diversidad, equidad e inclusión, medio ambiente, competitividad frente al resto del mundo, migración y desarrollo, salud y seguridad común.
López Obrador explicó que expondrá en la cita tres puntos centrales: la integración hemisférica más allá de lo económico, el bienestar de los ciudadanos de todos los países del continente y el viraje de las doctrinas Monroe y del Destino Manifiesto, que Estados Unidos adoptó en el siglo XIX como base de su política expansionista.
El jefe del Ejecutivo mexicano estimó que será una reunión “histórica” y remarcó que se debe buscar el bienestar de todos los países y de los pueblos del hemisferio.
Apuntó que ha pasado más de medio siglo sin un plan para el desarrollo de América Latina y el Caribe. El último fue en 1961, cuando el entonces presidente de Estados Unidos John F. Kennedy propuso la Alianza para el Progreso, un plan de ayuda económica y social para la región, en el que se planteaba mejorar las condiciones sanitarias, ampliar el acceso a la educación y la vivienda, controlar la inflación e incrementar la productividad agrícola mediante la reforma agraria.
Por una “comunidad de países”
López Obrador insistió en que se debe dar vuelta a la página y dejar a un lado las estrategias que históricamente Estados Unidos ha aplicado en la región.
Planteó el mandatario “una nueva política, ya no de intervencionismo, ya no de bloqueos, ya no de maltrato a los países de América Latina, sino una comunidad de países donde caminemos juntos, donde nos respetemos, donde se entienda lo que el presidente Biden ha dicho muchas veces: que somos países independientes, soberanos y que debemos tratarnos con pie de igualdad, es decir, con respeto a nuestra soberanía. En vez de estarnos viendo como adversarios, que nos podamos ver como aliados, todos los pueblos de América, sin excluir a ningún país. Es una utopía bellísima”.
Ebrard delineó el programa de la CLAN: López Obrador tendrá una reunión bilateral con Biden el 9 de enero; al día siguiente será el encuentro trilateral, primero en privado, entre los mandatarios, y luego con los equipos. El 11 se reunirá el presidente mexicano con Trudeau.
En la agenda de la bilateral México-Estados Unidos estarán energías limpias y combate al cambio climático, relaciones comerciales y de inversión, proyectos de infraestructura fronteriza, migración, movilidad laboral, seguridad, educación y cultura.
López Obrador y el premier canadiense hablarán de la estrategia de ambos gobiernos en favor de los pueblos indígenas y comunidades históricamente marginadas, al igual que la promoción de la inversión del trabajo conjunto en el hemisferio, entre otros puntos, informó Ebrard.