Alejandra del Moral, virtual candidata de la coalición PRI, PAN y PRD al estado de México, exclamó: “Hay tiro y vamos a ganar”, el priísmo mexiquense “no entregará el estado de México” y advirtió que el partido ha sido “la muralla” con la que han colisionado sus opositores, sobre la que se estrellará el morenismo, el partido que perfila a Delfina Gómez.
En la sesión extraordinaria del consejo político estatal del PRI, como en un regalo de Navidad, los actores se alinean a su virtual candidata ungida por los dones divinos del llamado grupo Atlacomulco. De hecho, la presentan como la cabeza de la alianza Va por México del estado de México. Investida por el adviento mexiquense, la nueva mesías de Cuautitlán expresó que su partido está más vivo que nunca y que no entregarán la plaza.
Primera constatación. El consejo político del PRI del Edomex proclamó el 16 de diciembre a Alejandra del Moral como la abanderada de hecho de la alianza PRI, PAN y PRD que enfrentará a Morena.
Los discursos de lista de oradores, florecieron la retórica del voluntarismo. El PRI sigue fuerte y unido, el PRI en suelo mexiquense es imparable e imbatible; ganará como lo ha hecho en los últimos 93 años. Será el punto de quiebre. A partir del Edomex se inicia la curva del descenso de Morena que va a perder en 24. Alito Moreno dijo que en la entidad: “la militancia tricolor mexiquense recuperará la confianza y la fortaleza del PRI y que se escuche fuerte y claro: el estado de México seguirá siendo priísta, aquí vamos a tener una gobernadora que emane de nuestro partido”.
El acto priísta tuvo la más ardiente intención de que vencerán a Morena. Sin embargo, los dilatados discursos tienen los mismos defectos de la oposición política en México. Son narrativas sólo deconstructivas. El objetivo ante todo es frenar a Morena e impedir que gane la Presidencia en 2024. ¿Dónde quedan los reclamos de la ciudadanía? ¿Qué hacer con las grandes carencias y rezagos de la entidad? ¿Cómo atajar los feminicidios y la desesperante inseguridad del Edomex? ¡Por favor! No molestes, Barranco, lo que importa es ganarle a Morena e impedir la dictadura de AMLO.
En el consejo político estatal que abordamos, gran parte de las miradas se centraron en Ana Lilia Herrera. La otra, la candidata frustrada que se quedó en el camino y que no recibió la bendición de la nomenclatura. Ana Lilia Herrera fue designada delegada del CEN del PRI que coadyuvará en la campaña. Ana Lilia no ocultó su resentimiento al quedar al margen de la contienda interna, incluso coqueteó con otras fuerzas políticas; sin embargo, se alineó. La rectificación de Herrera se explica en cultura la política del grupo Atlacomulco. Pese a las diferencias y las disidencias, finalmente prima la unidad, aunque implique la sumisión. Gabriel Corona en un ensayo titulado “Cultura y prácticas de la clase política mexiquense: simulación, cooptación y complicidades entre los poderosos”, de un libro de próxima aparición (El regreso al infierno electoral), sostiene que la cercanía mexiquense con la cultura política de la Ciudad de México y de la Federación constituyen una amenaza permanente a los intereses de la clase política del Edomex. Crearon, por tanto, la necesidad de protegerse entre ellos y defender la política local, para que siga siendo la política un patrimonio de sus políticos. La unidad absoluta de la clase política ha sido una reacción consciente y deliberada para sobrevivir a esas amenazas. Por eso la han convertido en norma de conducta que determina la manera de resolver sus diferencias. Por tanto, siguiendo a Corona, los políticos mexiquenses están convencidos de que una confrontación abierta sería aprovechada por el gobierno federal, para imponerles un gobernante y despojarlos del poder. Por eso prefieren ponerse de acuerdo entre ellos, antes de que tal hecho ocurra. Ana Lilia Herrera, pese a un lenguaje corporal incómodo en el evento priísta, se ha sometido a la más longeva tradición del grupo Atlacomulco.
Otra de las fotos del emblemático acto del PRI, la encontramos en que Alejandra del Moral está flanqueada por Arturo Montiel y Alito. Es decir, está rodeada por lo peor de la corrupción política del México contemporáneo. Un mensaje totalmente anticlimático. Del Moral, rodeada por lo más rancio y burdo de la corrupción de la política mexicana. Montiel, detestable político, dinosaurio misógino que amasó una inconmensurable fortuna mal habida cuando gobernó el estado de México 1999-2005. Y qué decir de Alito, uno de los presidentes del PRI más cuestionados por su conducta disipada. Alito, ex gobernador de Campeche y líder nacional del PRI, usó su influencia política y poder para triangular dinero a través de la compra y venta de inmuebles y terrenos con el objetivo de no dejar rastro en sus declaraciones patrimoniales ni ante la autoridad fiscal. Los enjuagues corruptos de Alito han sido ventilados por Layda Sansores y ha sido cuestionado por los priístas, por ser tan abusivo como osado para reformar los estatutos tricolores para prolongar su dirigencia y asignar candidatos en 2024.
Los dos personajes que rodearon a la candidata a la gubernatura mexiquense son una vergüenza. ¿Es este el mensaje que Alejandra del Moral quiere transmitir a los mexiquenses?