Madrid. Eva Kaili, ex vicepresidenta del Parlamento europeo, diputada y una de las figuras emergentes del socialismo griego, reconoció en una primera declaración ante el juez que sabía que en su domicilio particular había maletas de dinero de procedencia ilícita, que intentó, a través de su padre, ocultarlas para que la policía no las encontrara, pero que a pesar de todo eso ella es “inocente” de la red de corrupción y sobornos en el seno de las instituciones comunitarias para favorecer los intereses de Qatar y Marruecos conocida como el Qatargate.
Según los diarios belga e italiano, Le Soir y La Repubblica, Kaili ya fue sometida a un interrogatorio por un juez instructor, a la espera de su comparecencia ante el tribunal mañana, que será cuando el magistrado decida si decreta su prisión sin derecho a fianza o si la deja en libertad preventiva.
En su primera declaración, Kaili admitió que sospechaba de los negocios turbios de su pareja y padre de su hija, el italiano Francesco Giorgi, quien fue a su vez el asistente del que se considera el cerebro de la trama, el ex europarlamentario Antonio Panzeri.
Kaili se encuentra desde el pasado 9 de diciembre en la prisión de mujeres de Haren, en las afueras de Bruselas, y desde entonces sólo ha tenido contacto con sus abogados y con sus familiares más cercanos.
Fue en la prisión donde le informaron que el Parlamento europeo le despojó de sus atributos como diputada, que le anularon su condición de vicepresidenta y que su partido, el Movimiento por el Cambio (Pasok, en griego) le suspendió de la militancia. También conoció tras las rejas las imputaciones que hay en su contra: corrupción, asociación de organización criminal y blanqueo de dinero.
Según documentos de la investigación revelados por los citados rotativos, Kaili admitió conocer la red de corrupción en la que estarían implicados presuntamente su pareja y Panzeri. “Es cierto que conocía las actividades del señor Panzeri y que había maletas llenas de dinero en mi casa”, admitió la dirigente política ante el magistrado.
En los documentos se advierte que “la inculpada reconoce haber dado la instrucción a su padre de esconder el dinero” que tenía oculto en su vivienda.
“Ella declara que conocía la actividad de su marido con Panzeri y que maletas con dinero habrían transitado por su departamento”, se advierte en el informe del juez instructor.
Tanto Panzeri como Giorgi denunciaron también al eurodiputado socialista belga Marc Tarabella, cuyo domicilio fue registrado por la policía en presencia de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, como benefactor de los “regalos” procedentes de Qatar. El caso también afectó a la mujer de Panzeri, Maria Dolores Colleoni, cuya extradición a Bélgica fue aprobada el lunes, y a su hija, Silvia Panzeri. La justicia podría decidir la extradición de ambas bajo las mismas imputaciones de corrupción, blanqueo de dinero y asociación a organización criminal.
En la investigación todavía hay muchas incógnitas, sobre todo lo que rodea a la figura de Panzeri y la ONG Lucha contra la Impunidad, que creó después de abandonar el Parlamento europeo, en 2019. En torno a él y a su fundación han estado personajes muy importantes de las instituciones comunitarias, como la ex jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini, el ex ministro francés Bernard Cazeneuve y el ex comisario de interior, el griego Dimitrios Avramopoulos, por lo que los investigadores siguen rastreando las pruebas.