Chilpancingo, Gro. El Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ) dio a conocer que el Ejército Mexicano se retiró el domingo de la base de operaciones mixtas (BOM) ubicada en el poblado El Jagüey del municipio de Chilapa de Álvarez, en la región de la Montaña Baja. En un comunicado, advirtió que esta medida podría provocar ataques del grupo criminal Los Ardillos contra comunidades nahuas.
Jesús Plácido, dirigente del Cipog-EZ, señaló en entrevista telefónica que de 2015 a la fecha han sido ejecutados en la Montaña Baja 50 indígenas nahuas, y decenas más fueron desplazados.
Asimismo, lamentó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no haya cumplido su palabra. “Cuando lo interceptamos en la carretera Chilapa-Tlapa el pasado 21 de octubre, nos dijo que nos visitaría el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, pero no se ha presentado a Alcozacán (comunidad de Chilapa de Álvarez). Lo seguimos esperando”.
Posteriormente, en un boletín, el Cipog-EZ advirtió ayer por la mañana que el retiro del Ejército Mexicano de la BOM de El Jagüey propiciaría agresiones de Los Ardillos. En su documento, el organismo recordó que el crucero de El Jagüey, donde está la base que dejaron elementos castrenses, es un punto estratégico para el ingreso a comunidades del territorio comunitario que Los Ardillos controlan desde 2015.
Consideró que al retirarse los militares, el sitio se debilita y queda facilitado el ingreso de Los Ardillos a comunidades, cuyos habitantes podrían quedar frente a frente con ese grupo delictivo.
Por eso, pidió a los pobladores que estén atentos a lo que pueda suceder en los próximos días, y responsabilizó a los tres órdenes de gobierno de cualquier incidente que ocurra en las 20 comunidades adherentes al Cipog-EZ.
Por lo pronto, la disputa por el territorio entre Los Rojos y Los Ardillos ha dejado cientos de muertos y unos 500 desaparecidos en los municipios de Chilapa, Zitlala y Hueycantenango, en la Montaña Baja.