La entrada en vigor de la reforma a la Ley del Seguro Social, que establece la obligación de todos los patrones de registrar a las trabajadoras del hogar ante el IMSS, ha tenido poco impacto debido a que se mantiene una resistencia de los empleadores para cumplir con este requisito, sostuvo Norma Palacios, una de las tres secretarias generales del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho).
Explicó que de las más de 2.4 millones de trabajadoras del hogar en el país, casi 40 por ciento sufrieron despidos desde que empezó la pandemia, lo cual ha dejado a muchas en estado de vulnerabilidad.
Aunque consideró como un avance la reciente reforma que obliga a los empleadores a registrar a las personas que se dedican a esa actividad ante el IMSS, advirtió que difícilmente se podrá aplicar la medida si no se establecen sanciones para los incumplidos.
“Estamos viendo, una vez que salió esta reforma para la seguridad social obligatoria, que se empezaron a acercar patrones y trabajadoras para tener conocimiento de ella, pero también sabemos que muchos empleadores no reconocen la obligación, hay poco reconocimiento porque no verlo como un trabajo les hace pensar que está bien.”
Por su parte, María de los Ángeles Castillo, quien se dedica a esta actividad, relató que tras laborar por 17 años para una magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa en la capital del país, fue despedida luego de que solicitó contar con seguridad social.
“Cuando le planteé eso tenía como ocho meses la pandemia y me dijo que si quería el seguro me iba a reducir a la mitad mi sueldo, ganaba 350 pesos (diarios), entonces prácticamente la que iba a pagar todo era yo.”
Posteriormente llegó a trabajar con una persona que aunque al inicio aceptó registrarla ante el IMSS, un par de meses después la despidió “porque dijo que no podía pagarme lo que estaba ganando ni cubrir lo del seguro, que esas son unas tonterías que están haciendo”.
En su trabajo en una casa de la colonia Del Valle, la esposa de un abogado que labora en una notaría le expresó: “aquí en mi casa los derechos (laborales) los digo yo”.
A pesar de eso, Castillo consideró fundamental que las trabajadoras del hogar se informen sobre sus derechos y exijan las prestaciones aprobadas por la ley. Subrayó que ya comenzó a trabajar con otra persona que ya la registró ante el IMSS.
Para María de la Luz Roque, participar en una agrupación sindical le ha dado mayor seguridad. “Ahora conozco mejor mis derechos, estoy más tranquila por mi familia, por si mis hijas se enferman las puedo llevar al Seguro Social sin costo”.
Ayer, el Sinactraho realizó su cierre formal de actividades de este año, en el que se entregó un reconocimiento a las primeras 24 trabajadoras que concluyeron la capacitación sindical para encabezar a este gremio en distintas entidades.
Como retos para 2023, Palacios comentó que el Sinactraho se enfocará en concientizar a los patrones para que comprendan la importancia para las trabajadoras de contar con seguridad social.