Este es el primer intento de la columneta por atender las opiniones de gran parte la multitud que consideró que los temas, texto y duración de las entregas semanarias no deberían ser tan exhaustivas, y que los sucesos del momento se comentaran cuando ya eran historia antigua. Por eso la columneta va a intentar “campechanear” la actualidad, digamos lo sucedido en la semana, quincena o el mes anterior, con algunas crónicas de acontecimientos lejanos en el tiempo, pero que personajes, temas, circunstancias especiales (trágicas, festivas, singulares) las hacen merecedoras de remembranza. También portadas, noticias, declaraciones, textos del momento (citando, por supuesto autores y fuentes originales) que muchas veces se escapan en el tráfago informativo que nos rodea. Bueno, hasta describir en lo posible algunas caricaturas cuya genialidad las convierte en verdaderos editoriales o artículos con más fondo que los así llamados. Tengo la costumbre de leer los periódicos con las tijeras en la mano para hacer un recortadero de notas, que luego hago llegar a las personas que considero apreciarán esa información y, afortunadamente, tengo varios amigos que hacen lo mismo a mi favor. Dentro de este sector de la columneta incluiré una especie de numeralia, cuyos datos valen por múltiples renglones. Hagamos una prueba con algunos numeritos sobre el Instituto Nacional Electoral.
Es Fabiola Martínez quien nos informa de este asunto. Adicionales a los pagos que debe hacer por ley y normas internas, el INE erogó, en ocho años, mil 901 millones de pesos al personal que decidió retirarse de la institución. En sesión del Consejo General del INE se vertieron severas críticas a la actuación del órgano de control, afirmando que 31 de 38 directivos de esa área habían sido removidos a un costo de 41.5 millones de pesos. En su réplica (o dúplica), George Zamora les endilgó esta catilinaria: “reconsideren los mil 394 millones en su petición de 14 mil millones”. Y los conminó: “la previsión presupuestal, además, debe estar sustentada en investigaciones de mercado, cotizaciones, precios de referencia o antecedentes de gasto a fin de evitar arbitrariedades o solicitud de recursos sin justificación. Los montos solicitados para cada actividad deben tener razonabilidad”. O séase que el mentado George Zamora los paralizó con un fulminante: ¡engarrótense allí!
Seguramente el señor contralor se refería a ciertas liviandades como la siguiente: el gasto de 11.6 millones de pesos destinados a la elaboración del informe especial sobre la gestión del presidente del INE, don Lorenzo Córdova. La justificación de este ofensivo y grosero despilfarro fue ridícula: el informe sería elaborado por un despacho externo para que fuera “imparcial”. Da justificada muina que los funcionarios (como la mayoría de los publicistas) estén convencidos de que el grueso de gente es estúpida. Resulta que el INE, como muy pocos organismos públicos, cuenta con una amplísima nómina y, según sueldos, prestaciones y verdaderas canonjías, se trata de personal altamente calificado: “de carrera”, le llaman. Son mejor remunerados que los maestros de enseñanza elemental y aun que gran número de profesores universitarios. ¿Y por su parte, la designación de un despacho privado escogido por la decisión unipersonal del contratante no sugiere la posibilidad de un do ut des? (para la comprensión de algunos consejeros, latinajo que significa: doy para que me des).
Y como suele decirse en el ridículo lenguaje burocrático, la columneta agrega: “y para mayor abundamiento” sobre cómo se las gastan en el IFE/INE, aquí tienen una información oficial que se transcribe textualmente.
La Dirección de Personal del instituto contesta a la directora de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, que le presentó la solicitud con número de folio UE/17/02231, recibida el 7 de agosto de 2017, en la que pide se le dé a conocer: “a cuánto ascendió la dote matrimonial a favor del consejero Lorenzo Córdova, que le pagó el IFE, cuando ocupaba un cargo menor al actual. Además del monto, informar la fecha en la que se le otorgó”. La contestación fue la siguiente: “El 30 de octubre de 2000 se le otorgó al Dr. Lorenzo Córdova Vianello, por concepto de dote matrimonial, un monto de 39,875.42”. ¿Conoce usted alguna otra entidad del sector público o empresa, negocio del sector privado, que otorgue una prestación semejante?
Y quién lo creyera, pero aún hay más. La próxima semana conoceremos un caso todavía más penoso: otro consejero presidente que, fuera de la ley, recibió mucho más cuantiosos emolumentos, al menos más amplios que los días que duró su bien pagado matrimonio.
El año de 1956, un espléndido periodista y novelista, muy mal tratado por las capillas literarias de la época, escribió una novela que cimbró a los no muchos lectores de ese entonces. A más de 60 años de su publicación, no creo que a Luis Spota le molestara que para terminar estos comentarios usáramos, muy realistamente, el nombre de su obra más reconocida: Casi el paraíso.
Twitter: @ortiztejeda