Caracas. El gobierno venezolano rechazó este fin de semana la aprobación del Congreso de Estados Unidos de la “ley Bolívar”, que prohíbe a las agencias federales estadunidenses hacer negocios con cualquier compañía que respalde al gobierno del presidente Nicolás Maduro, y advirtió que la iniciativa pretende dinamitar cualquier camino al entendimiento y al diálogo entre ambas naciones.
El canciller Carlos Faría señaló que se trata de una “nefasta propuesta de ley que, tanto en su nombre como en su contenido, constituye una violación a las libertades económicas y una grave ofensa al pueblo venezolano”.
Faría acusó a las autoridades de Estados Unidos de colocar a las propias empresas estadunidenses “en riesgo de ser penalizadas, de manera arbitraria, injusta e ilegalmente, al ejercer su derecho al libre comercio mediante contrataciones con el gobierno bolivariano”.
Criticó incluso el nombre de la “ley Bolívar”, dado que “ofende al pueblo venezolano, a su historia y a su libertador (Simón Bolívar), cuyos valores republicanos y compromiso con los principios de la libertad y de la paz, están muy por encima de los de un puñado de legisladores ignorantes de su gloria”.
Frente a la amenaza monroísta y a sus herederos constructores de la guerra, la República Bolivariana de Venezuela seguirá cultivando y defendiendo el legado del Libertador Simón Bolívar, labrando su propio camino de estabilidad política y social, de recuperación económica y de diplomacia de paz, por un mundo libre de hegemonismo, colonialismo e imperialismo”, concluyó Faría.
Caracas denunció además que la propuesta de ley “pretende hacer irreversible las medidas coercitivas unilaterales” en su contra.
El ministerio de Exteriores de Venezuela subrayó que la medida busca dinamitar cualquier ruta posible al diálogo y a las relaciones constructivas entre ambos países.
La “ley Bolívar” fue impulsada por el senador republicano de Florida, Rick Scott, y aprobada el viernes por unanimidad en el Senado estadunidense.