Madrid. La Organización de Naciones Unidas (ONU) conmemoró ayer el Día Internacional de los Migrantes con un recuerdo para los 51 mil que murieron en las peligrosas rutas migratorias durante los ocho últimos años.
En 2020, más de 281 millones de personas eran migrantes internacionales, mientras más de 59 millones de personas eran desplazadas internas a finales de 2021.
“La migración es un poderoso agente de crecimiento económico, dinamismo y comprensión. Sin embargo, cuando no se regula, cuando ocurre a través de rutas más peligrosas, el cruel reino de los traficantes, el precio que arroja es terrible”, lamentó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
La ONU recordó también a miles de desaparecidos en tierra y mar, cada uno de ellos “una hermana, un hermano, un hijo, madre o padre” antes de lanzar un alegato por sus derechos humanos, que deben ser respetados “sin ningún tipo de discriminación”.
Los migrantes han demostrado ser una fuente de prosperidad, innovación y desarrollo sostenible para los países de origen, de tránsito y de acogida, según la ONU.
“Su contribución financiera ofrece un salvavidas a las familias y estimula los mercados locales, mientras su papel en el mercado laboral no tiene precio”, añade la organización.
Naciones Unidas llama a hacer todo lo posible “como imperativo humanitario, deber moral y obligación legal” para evitar cualquier pérdida de vidas, mientras también llama la atención sobre los 22 millones de personas que acaban anualmente como desplazados internos por la crisis climática.
El secretario general recomienda “expandir y diversificar caminos seguros para la migración”.