Zacatecas, Zac., La Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) confirmó que el viernes 16 y el sábado 17 de diciembre delincuentes despojaron de sus vehículos a familias migrantes que circulaban por carreteras de Zacatecas.
Sin embargo, la institución no ha emitido un comunicado al respecto, sino que filtró a algunos medios una tarjeta informativa, en la cual reconoció los hechos parcialmente, sin mencionar los secuestros de dos personas divulgados de manera no oficial, sobre los cuales la Secretaría de Seguridad Pública zacatecana tampoco ha fijado una postura.
Versiones indicaron que 35 personas (migrantes y ciudadanos locales) fueron bajados de sus vehículos con lujo de violencia y abandonados a la orilla de la carretera federal 45, entre los municipios de Enrique Estrada y Fresnillo.
Este domingo, Manuel Soriano, jefe de prensa de la FGJEZ, reconoció que “no envió boletín” a medios de comunicación sobre la acción criminal, pero sí recibió de funcionarios de la institución que encabeza Francisco Murillo datos que sólo hizo llegar a pocos medios locales y nacionales, sin explicar por qué.
Según esa información, los robos cometidos por sujetos armados fueron perpetrados el viernes. En la tarjeta informativa se acotó que “entre el 16 y 17 de diciembre del presente año la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas recibió siete denuncias penales por el robo de seis vehículos de motor”; es decir, hubo una denuncia más de las conocidas originalmente.
Los asaltos fueron perpetrados “en las carreteras federales 45 y 54, con un total de 25 personas afectadas”. Esta cifra es menor a las 35 personas que fueron bajadas de los seis automotores robados, según información que el sábado proporcionaron autoridades que participaron en la búsqueda, lo que derivó en la localización de dos de las seis unidades robadas en la comunidad La Luz, en Fresnillo.
La FGJEZ también filtró que las familias de paisanos despojados provenían de “California y Arizona, Estados Unidos, y se dirigían a diversos municipios de Guanajuato y Durango”.
Además, se aclaró que “los denunciantes no viajaban en caravana”, sino que “fueron interceptados por sujetos armados en distintos momentos y los despojaron.
“Por conducto de la Fiscalía Especializada de Derechos Humanos se les ha brindado asesoría y acompañamiento, atención médica, hospedaje, ropa, alimentos y traslados para que los afectados llegaran a sus lugares de destino con apoyo de sus familiares que viven en México; asimismo, se ha coordinado la atención con la Secretaría del Zacatecano Migrante”, indicó la FGJEZ.
Igualmente, se confirmó que los delincuentes lesionaron con arma de fuego a una mujer “que no fue afectada de gravedad y no hay fallecidos”. Por lo pronto, diversas versiones indican que cuatro de las familias asaltadas eran migrantes y las otras dos radican en Zacatecas.
En tanto, el gobernador David Monreal Ávila emitió ayer un boletín para presumir –sin mencionar los robos de vehículos confirmados por la FGJEZ– que el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría del Zacatecano Migrante y la Guardia Nacional “resguardaron una caravana de más de mil 300 paisanos” –no precisa qué días– desde la frontera norte de México hasta Zacatecas. Aseguró que los migrantes “arribaron a sus lugares de destino sin incidentes, ni contratiempos”.
En tanto, la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados federal condenó el robo de vehículos que sufrieron los connacionales. En un comunicado, exigió que las carreteras del país cuenten con más vigilancia, particularmente en Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco y Guanajuato.
Para ello, llamaron a reforzar la presencia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Guardia Nacional, así como de las policías estatales y municipales.
“Es lamentable, una vez más, la actuación de grupos delincuenciales en Zacatecas, que se ha convertido en un narcoestado. Observamos con preocupación la incapacidad para enfrentarlos y parar la ola de inseguridad en esa entidad”, afirmó el coordinador de los diputados priístas, Rubén Moreira.