Las apuestas deportivas en México han crecido de manera vertiginosa en los años recientes. De acuerdo con el sitio especializado en la industria Apuesta Legal, en nuestro país este negocio alcanza en la actualidad un valor de 2 mil millones de dólares. Este crecimiento exponencial estuvo relacionado con el Mundial de futbol de Qatar 2022; antes de la pandemia el mercado era sólo de 600 millones de dólares.
La cifra que reporta Apuesta Legal supera las expectativas de las operadoras de nuestro país antes de la Copa del Mundo, pues estimaban que podían superar 675 millones de dólares sólo en México. Para hacerse una idea de la expansión de esta forma de entretenimiento, en 2021 unos 70 millones de mexicanos participaron en alguna de las distintas modalidades de apuestas y la tendencia va en ascenso, un jugoso banquete para los dueños del negocio.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) calculó que las apuestas legales a nivel mundial en deportes tuvieron un valor de 40 mil millones de dólares durante 2020. En un informe de esa dependencia centrado en dicho periodo en concreto, se puede observar cómo se comporta un fenómeno que se extiende por todo el planeta; la región que más gasta en este rubro es Asia, donde se jugó casi la mitad de esta cifra, 19 mil 600 millones. Le siguen Europa con 15 mil 200; Norteamérica, 2 mil 300; Oceanía, mil 700; África, 751, y América Latina con 335.9 millones de dólares. Cifras que, como puede verse, crecen de manera incontenible.
Mientras Statista (el portal especializado en datos relevantes para el comercio) indica en su reporte más reciente que en 2020 el valor global de la industria era de 64 mil millones de dólares, calcula que para 2025 alcanzará 112 mil millones. Hasta hoy, la cifra ronda en 80 mil millones de dólares.
“El crecimiento del mercado de las apuestas legales en línea se atribuye al aumento de la penetración de Internet, al incremento del empleo de los teléfonos móviles, a la facilidad de acceso a los juegos de azar en línea, a la aprobación cultural y a la importante proliferación de patrocinios corporativos y de celebridades”, dice UNODC en su primer Informe Mundial sobre la Corrupción en el Deporte, publicado el año pasado.
Y en las grandes citas deportivas internacionales el negocio de las apuestas tiene una mayor perspectiva de ganancia, pues, de acuerdo con la UNODC, “las apuestas deportivas están fuertemente vinculadas a la visualización de los deportes y, por lo tanto, los partidos y eventos televisados son clave en el volumen del negocio”.
Como ocurre a escala global, en México esta industria también tiene un crecimiento firme e imparable.
El rubro de las apuestas en línea es el de mayor porvenir, pues crece a un ritmo de 50 por ciento cada año; esto, sin registrar el impacto que tuvo la Copa del Mundo, según datos del Grupo Caliente, empresa propiedad de la familia Hank que domina el mercado en el país y tiene fuerte presencia internacional.
En un solo partido de futbol de liga, estiman especialistas, se pueden facturar hasta 180 millones de pesos con apuestas de 300 pesos en promedio.
Según cálculos de la FIFA, Qatar 2022 sumará una audiencia de 5 mil millones de personas alrededor del planeta, 42 por ciento más que la Copa de Rusia 2018. La previsión de un éxito mediático ofrecía con anticipación un horizonte prometedor para el negocio de las apuestas, más allá de que fuera un éxito o no la cita en el emirato árabe donde son más populares las carreras de dromedarios que el balompié, reportó la agencia Afp.
Un estudio de las operadoras Caliente, Strendus y Global Sports Betting Market en 2020, citado por la revista Forbes, calculó que sólo en México el mundial de Qatar podía superar 675 millones de dólares en apuestas, nuestro país, como se sabe, está en una región que apenas se ubica en el quinto puesto del ranking de naciones apostadoras. El cálculo de dicha industria se quedó corto ante el éxito que registran los sitios especializados.
La industria de las apuestas crece y no se le escapa ninguna forma de competencia, aunque es evidente que las más populares son las que resultan más lucrativas.
El deporte preferido para los apostadores en el mundo es el futbol y le sigue una pluralidad de disciplinas que varían en seguidores según la región, como basquetbol, tenis, automovilismo, ciclismo, artes marciales mixtas, beisbol, golf y hockey sobre hielo o rugby. Prácticamente cualquier actividad que sea susceptible de poner a prueba la intuición y la experiencia con una dosis de azar tiene potencial para este mercado. La manida frase de “la casa nunca pierde” resulta definitoria en este ramo.