Lima. Fuerzas de seguridad reprimieron ayer de nueva cuenta la protestas en el sureño departamento de Ayacucho, la zona con el registro de más muertes derivadas de la actual crisis política, reportó la prensa local, y la policía allanó los locales de la Confederación Campesina de Perú y del partido Nuevo Perú en el Cercado de Lima, durante la décima jornada de movilizaciones, que ya dejan 23 muertos, en demanda de elecciones generales, mientras la presidenta Dina Boluarte descartó renunciar al cargo.
Más de mil manifestantes intentaron tomar nuevamente el aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte, en Ayacucho, pero fueron repelidos por fuerzas armadas y la policía nacional, una operación que duró varios minutos, informó la cadena América Noticias en su portal.
Una vez expulsados, los inconformes se dirigieron a la sede de la Fiscalía Antidrogas, lanzaron piedras contra el inmueble e incendiaron la fachada, detalló el medio.
Otro grupo de unas 50 personas intentó tomar una comisaría de la provincia de Huamanga, pero también fue reducido por las fuerzas del orden, según el diario El Comercio. En un video publicado en Internet se observa que algunos manifestantes, con máscaras antigás caseras, preparaban bombas artesanales. El edificio del Poder Judicial local también fue blanco de vandalismo.
Los enfrentamientos en Huamanga del jueves pasado, en los que intervino el ejército, dejaron ocho muertos, a los que se sumó uno más ayer, además de 52 heridos, quienes buscaban ingresar a la terminal aérea. Las primeras ocho víctimas registradas murieron baleadas: siete con disparos en el tórax y una de un tiro en la cabeza, según datos de la fiscalía.
Ayer se realizaron los funerales de al menos cuatro de nueve víctimas mortales en Ayacucho, informó la cadena RPP, entre ellos el de los jóvenes John Mendoza y Clemer Rojas García. En las calles, durante las procesiones y cargando los féretros, los familiares y allegados, entre lágrimas, protestaron contra el gobierno de Boluarte.
También en ese departamento, numerosos grupos de manifestantes chocaron con la policía al igual que en diversas olas de protestas a lo largo del país, donde hasta el momento suman ya 23 muertos y más de 200 heridos en menos de una semana.
Los funerales de al menos cuatro de las víctimas de Ayacucho se llevaron a cabo ayer. En las calles de dicho departamento, los pobladores han colocado altares luctuosos. Foto Afp.
Boluarte afirma que no renunciará
La mandataria Boluarte aseguró que no renunciará ante las violentas protestas, aunque pidió al Congreso adelantar las elecciones y ofreció que recompondrá el gabinete, presidido por Pedro Angulo.
El equipo ministerial cumplía hoy su primera semana en funciones, pero la jefa de Estado –flanqueada por sus ministros y por los jefes de las fuerzas armadas y la policía– explicó que este gabinete se conformó para responder a la crisis política que ocasionó el autogolpe de Castillo y su detención preventiva por presuntos delitos de rebelión y conspiración.
El jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas, Manuel Gómez de la Torre, aseguró que paulatinamente se levantan los bloqueos en las vías luego de que fueron ocupadas hasta 53 carreteras.
En tanto, al menos 50 agentes de la policía allanaron los locales de la Confederación Campesina de Perú (CCP) y el partido Nuevo Perú, ubicados en el óvalo Bolognesi, en el Cercado de Lima bajo la sospecha de proteger a “violentistas”, según los agentes, lo que fue rechazado por políticos de izquierda.
Según información preliminar, en los locales se hallaron hondas, machetes, pancartas y publicidad alusiva a las manifestaciones que se registran en distintos puntos de Perú. Al confirmar el reporte, la congresista Ruth Luque Ibarra señaló que las investigaciones esclarecerán si los objetos pertenecen a las 22 personas que se encontraban en el local de Nuevo Perú.
En tanto, unos 200 turistas que permanecían varados en la zona turística de Machu Picchu por las protestas en el país andino, que bloquearon el paso de los transportes públicos, fueron evacuados ayer en tren, tras el desbloqueo de parte de una vía, la cual los manifestantes habían obstruido con rocas. El tren llegó hasta un sector cercano a la localidad de Piscacucho, en la región de Cusco (sur), donde una enorme roca impidió el paso del convoy turístico, constató la agencia Afp.
Desde allí, los turistas, entre ellos estadunidenses y europeos, caminaron unos 2 kilómetros para abordar vehículos en dirección a la ciudad de Cusco, donde hay un aeropuerto internacional. Manifestantes que protestan por la destitución de Castillo bloquearon carreteras en varias ciudades del país y obstruyeron segmentos de la vía férrea en la ciudadela inca.