Dadas las perspectivas de que los bancos centrales sigan combatiendo la inflación con subidas de tasas de interés el próximo año, siete de cada 10 inversionistas institucionales (fondos de pensiones, fondos de ahorro y aseguradoras, entre otros) creen que el aumento de las tasas provocará un resurgimiento de las inversiones tradicionales en renta fija (bonos gubernamentales o bonos verdes).
“Después de una década de alzas en los mercados accionarios impulsados por las bajas tasas de interés, el 2023 es el año en que el mercado reconocerá nuevamente la importancia de la calidad y valuación de los activos y que la naturaleza de la renta fija tradicional también es convincente”, afirmó Mauricio Giordano, country manager de Natixis IM México, por lo que no todas las noticias relacionadas con la inflación son negativas.
Agregó que a pesar de los varios obstáculos para la economía, las instituciones se muestran notablemente positivas sobre la mayoría de las clases de activos y ven oportunidades importantes para la inversión activa en medio de las continuas disrupciones del mercado. Y es que 56 por ciento tiene una perspectiva alcista de los mercados de bonos en 2023.
Los inversionistas institucionales de todo el mundo esperan 2023 con una visión sombría de la economía y un pronóstico mixto para los mercados, con expectativas de tasas de interés, inflación y volatilidad aún más altas para el próximo año, según los resultados de una nueva encuesta realizada por Natixis IM, firma de soluciones de inversión.
La gran mayoría (85 por ciento) cree que estamos o estaremos en recesión el próximo año, y 54 por ciento cree que es necesaria para controlar la inflación.
Las instituciones perciben que un error de la política de los bancos centrales sería una de las mayores amenazas para la economía. Pero la mayoría (65 por ciento) dice que el riesgo de recesión, un resultado probable de la política monetaria restrictiva, palidece ante al riesgo de una estanflación, o un periodo de crecimiento negativo del PIB con una inflación enraizada y desempleo en espiral.
La encuesta encontró que 53 por ciento de los inversionistas más grandes y sofisticados del mundo están eliminando activamente el riesgo de sus portafolios con movimientos tácticos de asignación que revelan un cambio hacia la calidad en la renta fija y estrategias alternativas para mayores rendimientos, retorno estable y una cobertura contra los riesgos a la baja.
La mitad de dichas instituciones que poseen bonos verdes a nivel global planean aumentar sus inversiones y casi el mismo número dice que conservará su asignación actual.
Con un interés renovado en los bonos y a medida que los bancos centrales eliminan gradualmente sus programas de compra de activos, la liquidez surge como un tema crítico. El número de inversionistas institucionales que citan la liquidez como uno de los mayores riesgos al portafolio el próximo año casi se ha triplicado a 36 por ciento desde 13 por ciento hace un año.