Madrid. El cerco policial y judicial por los sobornos del Qatargate se sigue extendiendo en torno a los parlamentarios europeos que mantuvieron vínculos con los gobiernos de Qatar y Marruecos.
Además de los cuatro detenidos y de los otros seis investigados, se analiza la participación de dos eurodiputados, el italiano Andrea Cozzolino, y la griega María Spyraki, a quienes sus respectivos partidos políticos los suspendieron de sus atribuciones y cargos institucionales ante las fuertes sospechas.
La red de corrupción que anidó durante años en el Parlamento europeo estaba dirigida, según las primeras pesquisas, por el ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri, quien fue el que tejió la trama por la que habrían cobrado varios millones de euros y de la que sólo a él le incautaron 700 mil euros (15 millones de pesos) en efectivo en un registro en su vivienda en 2021. Además, está su ex asistente Francesco Giorgi, pareja sentimental de la ex vicepresidenta de la Eurocámara, la griega Eva Kaili, y también está la figura de Cozzolino, del Partido Demócrata (PD) y para el que Giorgi trabajó los años recientes.
Las sospechas en torno a Cozzolino son tan fuertes que su formación política, el PD, decidió suspenderlo de manera cautelar de todos los órganos partidistas, hasta se decida su estatus penal. Cozzolino, de 60 años, es eurodiputado desde 2009 y fue miembro de la Subcomisión de Derechos Humanos.
El escándalo también salpicó a otros políticos italianos, como Luca Visentini, presidente de la Confederación Sindical Internacional, quien fue liberado poco después de su retención. Asimismo, permanecen arrestadas en su domicilio la hija y la mujer de Panzeri, Maria Colleoni y Silvia, acusadas de ayudar al político.
El partido conservador griego Nueva Democracia suspendió la afiliación de la eurodiputada María Spyraki “hasta que se complete la investigación”.
La orden es del líder de la formación, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, quien decidió que mientras no se esclarezca el caso, Spyraki deja de ser candidata en las elecciones generales de 2023.
Además, la fiscal europea solicitó ayer anular la inmunidad parlamentaria de Spyraki y de Kaili, por un presunto fraude en las dietas parlamentarias y sueldos de asistentes, pero en también está sobrevolando su implicación en la trama de corrupción de Qatar y Marruecos.