Chihuahua, Chih., Representantes del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) y del Movimiento Estatal de Mujeres de Chihuahua recordaron ayer a la activista Marisela Escobedo Ortiz a 12 años de su asesinato frente al palacio de gobierno donde protestaba para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo.
“Como cada año, nos hemos convocado aquí, en la emblemática Cruz de Clavos, frente al palacio de gobierno de Chihuahua, en el mismo lugar donde Marisela se plantó para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí”, leyeron en un posicionamiento público las representantes de los organismos.
“El anhelo de justicia de Marisela sigue vivo en cada una de las personas que marchamos, porque nos queremos vivas (aunque) no se nos está garantizando (ese derecho); la denuncia de Marisela sobre la inacción e indolencia del gobierno sigue viva en las más de 3 mil madres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos, sin que las autoridades les den respuesta”, señalaron en el posicionamiento.
A la petición sumaron la exigencia de justicia “para los desaparecidos y para las personas que han sufrido violencia por discriminación, abuso de poder u omisión del Estado, así como para las defensoras de derechos humanos y periodistas”.
El estado de Chihuahua, señala-ron,“necesita de recursos y esfuerzos serios, suficientes y progresivos para la prevención, investigación, sanción y reparación de la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes, y condiciones de paz y seguridad para las chihuahuenses”.
En Ciudad Juárez, las activistas recordaron a su compañera de lucha con mensajes en sus redes sociales, y acusaron que su crimen es un caso pendiente porque la familia de Escobedo Ortiz, exiliada en Estados Unidos, tiene la certeza que el verdadero homicida sigue libre.
Por la muerte de Marisela fue detenido José Enrique Jimé-nez Zavala, alias El Wicked, asesinado dentro del penal donde estuvo recluido; sin embargo, el hijo de la activista afirma que la justicia sigue pendiente porque él vio cuando le dispararon a su madre y era un hermano del homicida de Rubí.
Como parte del homenaje, las asistentes colocaron velas y flores en la placa conmemorativa dedicada a Marisela Escobedo, a la entrada del palacio de gobierno en la banqueta de la calle Aldama.
Recordaron que en este sitio, la noche del 16 de diciembre de 2010, ella condenaba al gobierno estatal, que encabezaba César Duarte Jáquez (2010-2016), diciendo: “para su vergüenza, que vengan y me asesinen aquí enfrente del palacio de gobierno”; expresaron las activistas justo en el lugar donde la acribillaron.
Rubí Marisol Frayre Escobedo, de 16 años, desapareció en agosto de 2008 y, ante la inacción de la entonces Procuraduría General de Justicia del estado, su madre recabó pruebas para demostrar que fue asesinada por su pareja sentimental, Sergio Barraza Bocanegra, quien entonces ya había huido de Chihuahua.
A partir de ese momento inició una férrea lucha por esclarecer ese crimen hasta el día que la mataron.