Doha. Croacia y Marruecos acariciaron la oportunidad de disputar la final de la Copa y ahora se enfrentan por la “gloria” del tercer lugar.
Con dudas sobre su continuidad en la selección, el mediocampista Luka Modric, de 37 años, buscará hoy la medalla de bronce en el estadio Khalifa luego de cuatro ediciones (2006, 2014, 2018 y 2022) en las que no pudo coronarse.
El seleccionador croata, Zlatko Dalic, destacó que el partido ante los norafricanos es “una gran final” al mismo tiempo que deseó que Modric, su capitán, pueda seguir hasta la Eurocopa de 2024.
“Para nosotros, esta es una gran final, una lucha por una medalla", insistió Dalic en conferencia. Asimismo, mostró “gran respeto” por el combinado marroquí tras lograr “mucho” en el Mundial y ser “una verdadera sorpresa”.
En tanto, el entrenador de los Leones del Atlas, Walid Regragui, admitió que el choque por el tercer puesto es el “peor” que se puede jugar, aunque reconoció que sus futbolistas siguen teniendo “hambre” y esperan convertirse en la primera nación africana en lograr una medalla en el torneo.
“Nos hubiera gustado que las cosas fueran de otra manera y disputar la final, pero queda otro partido y nos gustaría estar en el podio. Sabemos que Croacia también quiere acabar tercera, jugamos contra ellos en nuestro primer duelo, así que será bonito”, declaró.
Regragui apoyó la queja oficial de la Asociación Marroquí de Futbol ante la FIFA después de que no se les señalara un penal durante la semifinal contra Francia y se amonestara a Sofiane Boufal, cuando parecía haber recibido una falta de Theo Hernández.
“En la guerra y en el amor todo vale, pero eso no cambia nada para nosotros”, apuntó.