Ningún entrenador ha ganado la Copa del Mundo dos veces en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Después de lograrlo en Rusia 2018, el francés Didier Deschamps está ahora a una victoria de entrar en los libros de récords en la final del domingo frente a Argentina. “Por supuesto, estoy orgulloso y tenemos ahora la oportunidad de defender nuestro título”, dijo. “Pero no soy lo más importante”.
Deschamps es el cuarto entrenador que lleva a un país a fina-les consecutivas del Mundial después de Vittorio Pozzo (Italia), Carlos Bilardo (Argentina) y Franz Beckenbauer (Alemania Occidental). Los dos últimos perdieron una definición cada uno. “Haremos todo lo posible para asegurarnos de estar más felices el domingo por la noche”, agregó el francés, dejando que sean Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Olivier Giroud quienes arrastren el interés de la gente.
Tras haber capitaneado a la llamada generación dorada de Les Bleus, que ganó la edición de 1998 y la Eurocopa de 2000, el hombre de 54 años ha conformado a otra generación brillante. Contra Argentina, sin embargo, enfren-ta un problema: la presencia de un virus que, según medios franceses, ha afectado a al menos cinco elementos de su plantel, incluidos Raphael Varane e Ibrahima Konaté.
Los dos centrales se unieron ayer a la lista de ausencias en su penúltimo entrenamiento previo a la final, luego que Dayot Upamecano, Adrien Rabiot y Kingsley Coman fueran aislados el jueves. Pese a las alertas encendidas, el extremo Ousmane Dembélé descartó que exista preocupación al interior del vestuario.
“No le tenemos miedo al virus. Dayot y Adrien sintieron dolor de cabeza, algo de molestia estomacal. Les preparé un té con jengibre y miel de abeja y se sintieron mejor", afirmó Dembélé, riéndose.
Francia recuperó ayer a Upamecano y Rabiot, pero aún no pudo contar con Coman, Theo Hernández y Aurelien Tchouaméni, quienes también faltaron.
El delantero Randal Kupolo Mani relató que los servicios médicos del equipo han establecido espacios sanitarios y que los seleccionados están siendo muy cuidadosos. “Los que se han enfermado se quedaron en sus habitaciones”, explicó; “los doctores les han brindado un excelente tratamiento”.
Sobre Argentina, que prepara la última función de Lionel Messi en las Copas del Mundo, Dembélé reconoció que “se merece ganar una”, pero “Francia también” por todo el camino recorrido.
“En 2018, que fue nuestro primer título en 20 años, había más locos en el equipo. Ahora tenemos muy buen ambiente, mucha calma y experiencia”, continuó el futbolista del Barcelona.
Las autoridades galas desplegarán un fuerte dispositivo policial de unos 14 mil efectivos, para garantizar la seguridad de los aficionados en el país. Asimismo el ministro del Interior, Gerald Darmanin, informó que es probable que decenas de miles de personas salgan a las calles mientras medios locales anunciaron que la famosa avenida pari-sina de los Campos Elíseos estará cerrada al tráfico.
La selección ganadora de la final en Qatar se hará con el tercer título de su historia, acercándose al palmarés de Brasil (cinco) e Italia y Alemania (cuatro cada una).
De acuerdo con información de la FIFA, alrededor de 6 mil seguidores de Les Bleus estarán presentes en el estadio Lusail, aunque serán minoría frente a la gran ola de argentinos que apoyarán a la Albiceleste en las tribunas, toda vez que se fletaron vuelos especiales.