Bruselas. Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) dieron ayer un ultimátum a los ministros de Energía para que este lunes cierren un acuerdo para fijar un tope al precio de las importaciones de gas en momentos de crisis, un mecanismo temporal de cuyo acuerdo depende que se desbloquee la iniciativa para las compras conjuntas de gas desde el bloque.
Aunque se mantienen las diferencias técnicas que bloquearon el intento de acercamiento de posturas, los jefes de Estado han coincidido en que la discusión “debe terminar el lunes”, confirmaron fuentes diplomáticas.
El precio de activación es ahora el principal escollo que separa a los Veintisiete en dos bloques, el liderado por España, que rechaza un elevado umbral de precios, y el encabezado por Alemania y Países Bajos, a los que preocupa poner en peligro la seguridad de suministro si los proveedores emigran a otros mercados más atractivos si se rebaja demasiado el tope.
A ojos de España, la última propuesta, que fija el techo en 200 euros el megavatio hora (MWh) continúa fijando un precio “elevadísimo” e inasumible e insiste en introducir una referencia dinámica que permita frenar la escalada de precios en el mercado europeo, algo que choca con las reservas de alemanes y holandeses, con quienes deberán salvar las diferencias en los próximos cuatro días.
En tanto, el alto comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Volker Turk, denunció que los ataques perpetrados por Moscú sobre infraestructuras críticas de Kiev dejan en “situaciones de vulnerabilidad” a millones de personas.