Madrid. En el infierno de la pederastia en el seno de la Iglesia católica, en España se está realizando una profunda investigación para conocer el alcance de los numerosos abusos que tenían siempre a menores de edad, hombre y mujeres, como las víctimas, y los victimarios eran curas, prelados y sacerdotes. En el tercer informe realizado por el diario El País, que se basa en testimonios de ex estudiantes en escuelas de diversas órdenes religiosas -maristas, salesianos, etcétera- reunió hasta 79 testimonios con acusaciones directas a 70 miembros de la Iglesia, de los cuales 50 nombres no se habían identificado como presuntos pederastas.
En este tercer informe, el tipo de abusos va desde tocamientos por encima de la ropa hasta violaciones continuadas en el tiempo. Las edades oscilan entre los cuatro y los 17 años, aunque la media más común va de los 10 a los 14 años. En la mayoría de los casos (un 96.68 por ciento) las víctimas son hombres.
El informe que realizó el periódico español lo entregó, como ha hecho con otros dos, a la Conferencia Episcopal Española (CEE) y al Defensor del Pueblo, que es donde se está recabando toda la información para hacer una causa general sobre esta práctica más frecuente de lo que se pensaba y que ha sido sistemáticamente silenciada. Sólo la investigación del diario español ha identificado a mil 713 víctimas desde los años cuarenta a la actualidad y 906 casos han sido recopilados, investigados y entregados a las instituciones señaladas. Los cuales también serán depositados en el Vaticano, sobre todo a raíz de que el actual Papa Francisco se comprometió a luchar contra esta lacra.
Entre los tres informes suman más de mil páginas de testimonios desgarradores y la Iglesia católica española tendrá que abrir una investigación para cada caso.
En el informe se protege la identidad de los denunciantes, que en todo caso sí la pueden conocer tanto los responsables de las diócesis que abran la investigación sobre el sacerdotes involucrado o el Defensor del Pueblo, que trabaja en la construcción de una comisión de investigación sobre estos hechos.
Desde el diario español señalan que “en tan solo un año, la jerarquía eclesial española ha tenido que hacer frente a más denuncias que en todo el siglo XX y el actual.
No obstante, nada se sabe aún de cómo las ha gestionado y la transparencia sigue siendo nula. En los informes solo aparecen testimonios directos, pero pueden ser miles, porque en decenas de casos los denunciantes hablan de agresores que pasaron años en colegios o seminarios”.