El futbol es una religión en Argentina y el pase a la final ha desatado la euforia entre los aficionados, pero también la inflación de precios por los boletos para un partido en el que se enfrentarán los dos de los mejores delanteros: Lionel Messi contra Kylian Mbappé.
Con la consigna de “boletos a precio oficial”, poco más de mil aficionados se congregaron a las afueras del hotel donde la Asociación de Futbol Argentina (AFA) se hospeda en Doha para exigir ayuda en su empeño por conseguir entradas para el juego que definirá al campeón del Mundo.
La exigencia no era menor, al considerar que los precios en reventa van desde 3 mil hasta 15 mil dólares, cuando los costos originales son desde 650 dólares hasta los mil 600.
El problema es que la mayoría de las entradas están en manos de revendedores cataríes, marroquíes, sauditas, entre originarios de otros países, que las compraron a precios preferentes en los sitios oficiales y ahora han incrementado las cifras de manera exorbitante.
Con una mezcla de coraje y de-sesperación, los seguidores exigían que Claudio Fabián Chiqui Tapia, presidente de la AFA, se comprometiera para ayudarlos, tal como hizo la Federación de Marruecos al regalar 13 mil pases para la semifinal ante Francia.
“Chiqui Tapia, Chiqui Tapia, no te lo decimos más. Sacas las entradas o el quilombo se va a armar”, gritaron los aficionados.
Desde que Argentina venció a Croacia en la semifinal, se desbordó la venta de boletos por los vuelos desde el país sudamericano a Qatar. Será el quinto duelo decisivo en un Mundial para la Albiceleste.
La exasperación de los aficionados no era para menos si se considera la efervescencia por el balompié en Argentina, sobre todo por el valor histórico del duelo.
Rumbo a su segunda y última final mundialista, de acuerdo con su sentir, la estrella Lionel Messi y Argentina disfrutan el jugarse todo por la gloria. Tanto él como el resto del equipo y los aficionados saben que el encuentro ante Francia en Qatar 2022 puede ser el capítulo de la consagración de la trayectoria del ariete y la reconquista como campeones después de 36 años.
La Albiceleste recibió el jueves el apoyo del ex seleccionado Sergio Kun Agüero, quien se presentó al entrenamiento y despertó un ambiente de júbilo con los jugadores y el técnico, Lionel Scaloni. Giovani Lo Celso, quien quedó afuera del Mundial por una lesión, también estuvo presente.
Argentina se perfila para jugar la final con plantel completo, tras haber recuperado a Ángel di María, quien superó una contractura muscular. No obstante, Messi, de 35 años, toma ciertas precauciones y sólo realizó trabajos regenerativos.
Los argentinos quieren alzar la Copa tras más de tres décadas de decepciones, como la caída en Brasil 2014 ante Alemania. Una tercera estrella después de las conquistas en 1978 y 1986, esta última con un Maradona descomunal, serviría como guinda al haber sido uno de los pocos planteles no europeos constantes en las fases finales.
Ahora, en el primer Mundial en Medio Oriente y a una semana del día de Navidad, Messi busca cerrar el círculo. Sería el desenlace perfecto para un jugador que lleva más de 15 años encumbrado como ícono global, por su letalidad goleadora, gambeta alucinante y una zurda divina.
Incluso, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, aseguró que la Albiceleste no sólo representa a su país en el Mundial, sino también a América Latina, al tiempo que envió un mensaje a su homólogo francés, Emmanuel Macron.
“Querido amigo Emmanuel Macron, te guardo un enorme afecto y te deseo lo mejor para el futuro. Salvo para el domingo. Argentina es mi maravilloso país, ¡y es América Latina! ¡Vamos, Albiceleste!”, escribió en Twitter.
Con Información de Ap y Afp