En condiciones normales la lógica del futbol es aplastante. Esta frase con poder de axioma la plantea el ex entrenador y ex jugador, ahora agudo analista, Ángel Cappa. Lo dice como sentencia, pero su entonación deja algunos resquicios para la duda tras el duelo de la semifinal donde Francia derrotó 2-0 a Marruecos.
“En condiciones normales de un torneo largo predomina la lógica del futbol”, explica Cappa; “pero en un Mundial, un torneo tan corto que no deja de estar cruzado por el azar, esa lógica se pierde”.
Lo piensa apenas terminó el partido que dejó fuera a Marruecos, el primer equipo africano que llegó a la antesala de la final.
“Lo que vimos fue un partido que en nada se ajustó a lo que suponíamos todos en los días previos. De acuerdo a lo que habíamos visto en ambos equipos, pensamos que todo ocurriría de cierta forma y fue algo totalmente distinto”, expone.
Cappa relata este duelo semifinalista, pero en realidad parece que trata de explicárselo a sí mismo. “Marruecos dominó casi todo el partido. Francia, en oposición a lo que pensamos, estuvo contra las cuerdas casi todo el tiempo y se salvó milagrosamente. Es un decir, un crack como Kylian Mbappé apareció con todo su genio para construir la jugada del segundo gol y salvar a los galos cuando parecía más comprometido”, comenta el también escritor cuyo libro en coautoría con Marcos Roitman se titula Futbol y política. Conversaciones desde la izquierda.
Si bien la actitud y la voluntad como combustibles para lograr hazañas en los deportes resultan muy valiosos, Cappa pide no perder de vista algo más importante.
“Los jugadores de Marruecos son muy buenos. La mayoría se desempeña en las ligas de Francia, España, Italia y Bélgica, lo que hicieron es una consecuencia del desarrollo del futbol en África, que por otra parte siempre ha tenido buenos elementos. Así que, claro que hubo mucha fuerza de voluntad en el equipo, pero también demasiado talento, porque de otro modo no habrían llegado hasta aquí”, precisa.
Esto siempre ocurre en el futbol, eso que el periodista argentino Dante Panzeri llamó la “dinámica de lo impensado”, continúa Cappa. Recuerda que en sus años como entrenador –estuvo en el banquillo de Racing, River Plate y Banfield en Argentina y en Atlante de México– era común hacer planes meticulosos para un partido que en la realidad ocurría de formas muy inesperadas o contradictorias.
“Vemos que por suerte el futbol sigue siendo de los jugadores”, dice Cappa; “y eso lo hace tan inesperado y hermoso, si un futbolista se levantó bien, puede que tenga un gran día en la cancha, pero si no lo está, no hay mucho qué hacer.”