Francia llegó a Qatar para conjurar los fantasmas de sus antecesores y ha lanzado una advertencia para ascender en el podio de las potencias históricas del futbol. Les Bleues terminaron con el sueño del aguerrido Marruecos al derrotarlo 2-0 y avivaron el anhelo del bicampeonato Mundial, el cual nadie ha conseguido desde hace seis décadas, en un enfrentamiento ante la Argentina de Lionel Messi.
Como pocos batallones, Francia se sobrepuso a la inesperada baja de seis jugadores clave poco antes de la Copa, entre ellos el goleador veterano Karim Benzema. Sin embargo, todos los elementos han respondido y ahora, apoyados por el liderazgo de Kylian Mbappé y bajo la batuta de un creativo Antoine Griezman, sorprendieron a la muralla marroquí con goles de Theo Hernández y Randal Kolo Muani.
“Necesitaremos toda nuestra fortaleza y energía para enfrentar a una Argentina tan competitiva y que tiene a una leyenda como Messi”, dijo el capitán y arquero francés Hugo Lloris, uno de los ocho franceses que deberán revivir el coraje para ganar una final después de Rusia 2018.
Ahora, los dirigidos por Didier Deschamps buscan el tercer título y ser los primeros en revalidar el cetro, hazaña que ninguna selección ha logrado desde que Brasil junto con Pelé fueron campeones en las ediciones de Suecia 1958 y Chile 1962.
Además de la Verdeamarela, sólo Italia puede presumir de un bicampeonato en Copas del Mundo después de haber levantado los títulos en 1934, en casa, y Francia 1938. Como guinda, Les Bleues también son los primeros que tienen la posibilidad de retener el cetro desde que Brasil lo intentó en Francia 1998.
Ya desde la fase de grupos los galos rompieron una racha negativa de monarcas mundiales al avanzar a la segunda ronda, un paso en apariencia sencillo para cualquier potencia, pero en años recientes se les ha complicado desde 2010 a Italia, España y Alemania.
Los vestigios del colonialismo francés sobre Marruecos (1912-1956) reaparecieron con destellos antes del duelo. Con más de 40 mil aficionados marroquíes en el estadio Estadio Al Bayt, parecía que los Leones del Atlas jugaban en casa, pero se vivió un momento de tensión cuando los hinchas lanzaron abucheos en los primeros acordes de La Marsellesa.
Ya en la cancha, la rivalidad no fue menor. Lo que ningún equipo pudo hacer en todo el torneo, Francia lo consiguió en apenas cinco minutos: anotarle un gol a Marruecos. La escuadra africana sólo había recibido por autogol y hasta ahora había controlado a ofensivas tan peligrosas como las de España, Portugal y Croacia.
El error de un zaguero marroquí provocó que Griezman llegará al área y mandara un pase a Mbappé, quien fue maniatado, pero el balón quedó vivo y Theo Hernández disparó a las redes junto al poste. Fue el primer golpe que recibió el arquero Yassine Bono.
Si los Leones del Atlas iban a caer lo harían con grandeza. Así, fueron insistentes, sobre todo al inicio del complemento, y cuando Francia se encontraba agobiada, una genialidad individual la salvó. Mbappé se quitó la marca entre cuatro rivales y mandó un pase para que Kolo Muani (79) sentenciara la victoria.
Aunque en algunas jugadas cayó en la polémica, el silbante mexicano César Ramos Palazuelos logró llevar a buen puerto el encuen-tro con sólo una amonestación.
Con 14 jugadores nacidos en el extranjeros pero ligados a Marruecos por el lazo familiar, la proeza de los Leones de ser los primeros africanos en alcanzar una semifinal despertó una unión y esperanza entre los países árabes e incluso algunos de Occidente. Eran el símbolo de una rebelión futbolística para romper con la hegemonía de las clásicas potencias.
“Demostramos que el futbol marroquí existe”, dijo orgulloso el entrenador Walid Regragui. Su afición lo respaldó tanto en Qatar como en Marruecos, donde miles de aficionados ni siquiera vivieron con dolor la derrota. “Este equipo nos ha hecho soñar hasta el final”, señaló Oussama Abdouh, seguidor del plantel norafricano.
Aunque la motivación guía a Francia para el bicampeonato, también está inmersa en temores debido a un resfriado que provocó el aislamiento de Adrien Rabiot y Dayot Upamecano. “Todo lo viral es transmisible, pero tomamos precauciones”, apuntó Deschamps, quien podría convertirse en el primero en ser campeón como jugador y dos veces como entrenador.
“Los marroquíes jugaron muy bien. Le quiero decir a la gente de Marruecos que tienen un gran equipo, quiero extender nuestra amistad”, indicó el presidente de Francia Emmanuel Macron, quien viajó a Qatar.