La sala de prensa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recibió el nombre de Jesús Aranda Terrones, quien fue reportero de La Jornada fallecido en agosto de 2017 y decano de la fuente de justicia. Se trata de un homenaje a “un ejemplo, un amigo, un baluarte, un estandarte del periodismo en México”, afirmó el ministro presidente Arturo Zaldívar.
Ante funcionarios del máximo tribunal, reporteros y la familia del periodista, encabezada por su viuda Ana Laura Hernández Castellanos, Zaldívar afirmó: “Deben sentirse muy orgullosos porque Jesús Aranda fue un hombre extraordinario y excepcional, yo considero un gran privilegio haberlo tratado, haberlo conocido, haberlo apreciado y hoy queda grabado aquí para siempre, para la historia de la SCJN, su nombre”.
Formó escuela
Recordó que conoció al periodista aun antes de su llegada al máximo tribunal, pues él lo buscó cuando era académico y formaba parte de la comisión redactora para la nueva Ley de Amparo.
Destacó que Aranda formó escuela, pues antes de su llegada a la fuente se sabía muy poco del trabajo del Poder Judicial Federal. “Él generó una forma de acercarse, de tratar de interpretar y de entender lo que pasaba aquí en la Corte, y no sólo desde el punto de vista jurídico, sino también político, y lo que había detrás de cada sentencia”.
Para Zaldívar, este homenaje es también un reconocimiento indirecto a todos los colegas cuyo trabajo es indispensable para la Corte y la democracia de México: “Sin ustedes, los periodistas, nosotros no tendríamos forma de acercarnos a la sociedad.
“Rendimos homenaje a un hombre, a un periodista, a un reportero extraordinario al ponerle su nombre a esta sala de prensa, con lo cual inmortalizamos su memoria”, concluyó el presidente del máximo tribunal del país.
Por su parte, Ana Laura Hernández agradeció el homenaje a nombre de sus hijos Ruslan y Nisla Aranda y de toda su familia, varios de cuyos integrantes asistieron a la ceremonia.
“Estar rodeada de sus compañeros en este recinto donde pasó tantas horas realizando lo que a él le gustaba y le apasionaba, es un honor.”
Señaló que a cinco años de la ausencia física de Jesús Aranda este homenaje mantiene viva su memoria: “El saber que su trabajo periodístico continúa siendo reconocido es motivo de orgullo para todo aquel que lo conoció. Y que la sala de prensa lleve su nombre y sea inmortalizado también es una forma de revalorizar el impacto del periodismo para comprender las tareas del Poder Judicial y su repercusión en la sociedad”.