La conmemoración del bicentenario de las relaciones entre México y Estados Unidos dio pauta para que el presidente Andrés Manuel López Obrador planteara a su homólogo Joe Biden la necesidad de una “alianza para la prosperidad” en todo el continente, que se encamine al establecimiento de nuevos vínculos entre todas las naciones del hemisferio y deje atrás el intervencionismo que caracterizó al país del norte.
Washington dejó claro que sus prioridades en la relación son economía, seguridad, migración y acelerar la transición hacia el uso de energías limpias.
El mandatario estadunidense resaltó que ambos países comparten una sólida relación en materia económica y en seguridad regional, convirtiendo a América del Norte en una de las regiones más competitivas y dinámicas en el mundo, y subrayó que si las dos naciones permanecen unidas, “somos más fuertes y estamos más seguros”.
Ayer, acompañado de integrantes de su gabinete, el mandatario mexicano recibió en Palacio Nacional a Christopher Dodd, asesor especial para las Américas de la Casa Blanca y amigo cercano de Biden, y al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, para celebrar los primeros 200 años de colaboración.
Horas antes, el funcionario de Estados Unidos firmó con el canciller Marcelo Ebrard una declaración de amistad con miras al presente y futuro de los vínculos bilaterales.
En el encuentro, que se realizó a puerta cerrada, el emisario de Washington entregó a López Obrador una carta de Biden, en la que señala que bajo sus respectivas administraciones “hemos profundizado la cooperación a través del Alto Nivel México-Estados Unidos”, sobre todo en economía y seguridad; además de que en enero se realizará en la Ciudad de México la Cumbre de Líderes de América del Norte, con la presencia también el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
De inmediato, el titular del Ejecutivo mexicano respondió con otra carta y horas más tarde dio a conocer sendas misivas en redes sociales. En su comunicación, destacó dos puntos: que los actuales vínculos bilaterales son “inmejorables” y la actitud de respeto hacia la soberanía de México por parte de su par estadunidense.
Pero no dejó pasar la oportunidad para subrayar: “En estos 200 años, no necesariamente por decisión de nuestros pueblos sino más bien de los gobiernos, hemos enfrentado etapas muy difíciles en las relaciones. No es fácil olvidar las intervenciones militares de Estados Unidos en México y la pérdida de la mitad de nuestro territorio”. Aunque también se refirió a periodos de entendimiento, cooperación y amistad.
Adelantó que en la próxima visita de Biden a México –para participar en la Cumbre– le propondrá tres temas para un acuerdo de largo alcance: “La sustitución de importaciones para producir en América del Norte y en todo el continente lo que consumimos; aplicar un programa para el bienestar de los pueblos de América Latina y el Caribe, y considerarlos aliados, respetando sus soberanías, como usted lo sostiene, ‘en pie de igualdad’, bajo el principio de la autodeterminación de los pueblos”.
Con anterioridad, en un pronunciamiento, el jefe de la Casa Blanca consideró que al comenzar un nuevo siglo en la relación bilateral, caracterizada por el respeto mutuo y el compromiso de aspiraciones compartidas, “recordamos que nada está fuera de nuestro alcance si continuamos trabajando juntos”.
Tras el encuentro entre Dood y López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard informó que la propuesta de la “alianza para la prosperidad” será un tema central en la próxima Cumbre de Líderes de América del Norte a efectuarse el 9 y 10 de enero en nuestro país.
Tras firmar la declaratoria de amistad, el representante de la Casa Blanca dijo que hoy existen condiciones para estrechar la cooperación entre los gobiernos, los lazos de unión entre ambos pueblos y la integración de sus economías. Mientras el canciller apuntó que los dos países tienen diferencias, pero también saben cómo resolverlas, y horas después ratificó que viajará a Washington el próximo viernes para resolver la disputa sobre las importaciones del maíz estadunidense.