Con llamados a la unidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), las ministras Margarita Ríos Farjat y Yasmín Esquivel Mossa concluyeron sus periodos de dos años como presidentas de la Primera y Segunda salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), respectivamente.
“Esta Suprema Corte está por renovar su presidencia y la de sus salas. Espero que esta sea una época que se distinga por esa luminosidad y por contribuir a que el brillo natural de sus integrantes sume a la prosperidad de la Unión, que sólo puede ser posible con espíritu de equipo y sumando claridades. Las instituciones son tan grandes por la fuerza espiritual de su gente; son tan firmes como la ecuanimidad de sus integrantes; son serviciales si hay generosidad en quienes las conforman”, señaló Ríos Farjat en su mensaje.
Enfatizó que la justicia se construye en conjunto y con generosidad, por lo que es preciso la cooperación y ayuda de todos para construir un México justo.
“No solamente porque la luz nunca hace sombra a la luz ajena, sino porque es la justicia la que resplandece. Poner el empeño propio es loable, pero hacer brillar a los demás hace aún más potente el crisol de la justicia”, subrayó.
Por su parte, la ministra Esquivel Mossa coincidió en la necesidad de unidad dentro de la SJCN: “Las instituciones, en una democracia, están concebidas en términos plurales, lo que significa ni división ni fragmentación, sólo visiones diferentes, es la unidad de esa diversidad la que cuestiona a las instituciones, la que las engrandece y permite caminar hacia el logro de sus fines, en aquello que coincidimos, vayamos construyendo, en aquello que disentimos, vayamos dialogando para llegar a acuerdos a favor de la impartición de justicia, de la protección de los derechos humanos de las personas y de esta forma de fortalecer al Poder Judicial de la Federación, un Poder Judicial fuerte e independiente llamado a ser el fiel de la balanza entre los poderes de la Unión, ese es nuestro compromiso, hagámoslo por México.”
Estableció que cada ministro tiene su propia trayectoria, visión y personalidad, pero que todos sus esfuerzos convergen en la mejor protección de los derechos de los ciudadanos y en la defensa de la Constitución.
“De esto se trata precisamente: de la colegiación, lo que da fortaleza y solidez a nuestra actuación, lo que enriquece el debate respetuoso sin enfrentamientos, para la construcción de los consensos que nos permitan llegar a la solución jurídica más justa, así es como nos toca cumplir con la misión que tenemos encomendada”, señaló la ministra Esquivel.