Kiev. Las fuerzas rusas bombardearon ayer objetivos en el este y sur de Ucrania con misiles, drones y artillería, informó ayer el Estado Mayor ucranio, mientras millones de personas seguían sin energía eléctrica cuando se registran temperaturas bajo cero en ese país, tras nuevos ataques en contra de importantes instalaciones.
El ejército ucranio repelió la embestida contra cuatro asentamientos en la región oriental de Donietsk y otros ocho en Lugansk.
Rusia mantuvo la arremetida contra Bakhmut, que gran parte está en ruinas, así como Avdivka y Limán, y lanzó dos ofensivas con misiles contra infraestructuras civiles en Kostyantynivka. Todos ellos están en la región de Donietsk, una de las cuatro que Moscú afirma haberse anexado tras unos “referendos” calificados de ilegales por Kiev.
Las tropas rusas efectuaron más de 60 ataques con sistemas de salvas de cohetes dirigidos contra inmuebles civiles en Jersón –la ciudad sureña liberada por las fuerzas ucranias el mes pasado– y los batallones allí estacionados, declaró el Estado Mayor.
Moscú también bombardeó asentamientos a lo largo de la línea del frente de Zaporiyia, mientras fuerzas ucranias atacaron puntos de control rusos, almacenes de municiones y otros objetivos.
Se requieren más de 2 mil millones de m3 de gas
En el plano diplomático, las potencias económicas del Grupo de los Siete (G7) afirmaron que reforzarán las capacidades militares de Kiev y se centrarán de inmediato en los sistemas de defensa antiaérea, informó el canciller alemán Olaf Scholz al terminar una reunión virtual.
Ucrania necesita cerca de “2 mil millones de metros cúbicos” adicionales de gas para el invierno, pidió el presidente Volodymir Zelensky al G7, e instó a los países a entregar más armas y equipos militares.
Hasta 40 por ciento de las instalaciones energéticas del país están dañadas, de acuerdo con Kiev.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, declaró en el Parlamento estaría abierto a suministrar a esa nación sistemas de armas de mayor alcance si Rusia sigue con el ataque de zonas civiles.
Por otra parte, los países de la Unión Europea lograron un acuerdo que asegura la ayuda macrofinanciera de 18 mil millones de euros a Ucrania para el próximo año y cuenta con el apoyo unánime de los 27, incluido Hungría, que impidió el pacto hace una semana.
Hasta el momento, no hay conversaciones de paz ni un final al conflicto más letal que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que Moscú califica de “operación militar especial” y Ucrania y sus aliados de acto de agresión no provocado.
Rusia no ve todavía un enfoque “constructivo” por parte de Estados Unidos sobre el conflicto, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores Sergei Vershinin a la agencia de noticias Ria.
Asimismo, el puerto de Odesa, en el mar Negro, reanudó sus operaciones, suspendidas después de que Rusia usó el sábado drones kamikaze para atacar dos instalaciones energéticas.
El coordinador de ayuda humanitaria de la Organización de Naciones Unidas, Martin Griffiths, llegó al país eslavo para ver “el impacto de la respuesta humanitaria y los nuevos retos que han surgido a medida que aumentan los daños en las infraestructuras en medio de las gélidas temperaturas invernales”, indicó su oficina.