Ciudad de México. Los gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia y México expresaron su preocupación por la aprehensión del presidente de Perú, José Pedro Castillo Terrones, mientras el canciller Marcelo Ebrard aseguró que se mantiene abierta la oferta de darle asilo político, “no tenemos por qué negarlo”.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sostuvo que, aunque son las autoridades peruanas las que deben determinar el estado procesal del mandatario, la oferta de darle asilo sigue firme.
Horas después, las cuatro naciones mencionadas emitieron un comunicado conjunto:
“Los gobiernos de la República de Colombia, de los Estados Unidos Mexicanos, de la República Argentina y del Estado Plurinacional de Bolivia expresan su profunda preocupación por los recientes sucesos que resultaron en la remoción y detención de José Pedro Castillo Terrones, presidente de la República del Perú.
“Para el mundo no es novedad que el presidente Castillo Terrones, desde el día de su elección, fue víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio del artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de Costa Rica”, aprobada el 22 de noviembre de 1969, para luego ser objeto de un tratamiento judicial de la misma manera violatorio del artículo 25 de la mencionada convención.
“Nuestros gobiernos hacen un llamado a todos los actores involucrados en el anterior proceso para que prioricen la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas. Es la manera de interpretar los alcances y sentidos de la noción de democracia recogida en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Exhortamos a quienes integran las instituciones de abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio.
“Solicitamos de las autoridades que respeten a cabalidad los derechos humanos del presidente Pedro Castillo y que se le garantice la protección judicial en los términos consagrados en el artículo último citado.”
Castillo, hijo de campesinos, es profesor y líder sindical. Ganó en junio del año pasado la presidencia de su país, en una elección de segunda vuelta, donde obtuvo más de 50 por ciento de los votos.
A principios de este mes, y tras varias diferencias con el Legislativo, el presidente peruano decidió disolver temporalmente el Congreso y convocar en “un breve plazo” a la elección de uno nuevo, cuya principal misión sería crear una Constitución.
En respuesta, el Congreso lo destituyó del cargo, acusándolo de “incapacidad moral”, y ordenó su detención, lo cual ha ocasionado manifestaciones en las calles de varias ciudades de ese país, que la policía ha reprimido, ocasionando muertos y heridos.
Entrevistado en la sede de la cancillería, Ebrard añadió que se respeta el derecho de no intervención, y se verá qué sucede con la cumbre de la Alianza del Pacífico, que se iba a efectuar en Perú.
“Ahorita es muy pronto para decirlo, vamos a ver qué sucede con la cumbre de la Alianza del Pacífico, de hecho, en enero se tiene que ya hacer cargo Perú de la presidencia. No creo que sea factible pensar en un viaje en enero, pero sería muy pronto decirlo, todavía no hemos abordado ese tema”, concluyó el funcionario.