Los efectos de una desaceleración económica a nivel global serán “limitados” en México con relación a otras economías emergentes, aunque eso no excluye que la actividad pierda dinamismo el siguiente año, afirmó Credit Suisse.
“En México, es probable que la economía continúe mostrando vulnerabilidades macro limitadas en 2023, en relación con muchas otras economías emergentes. Es probable que el crecimiento económico se desacelere materialmente, al igual que en la mayoría de los países del mundo”, comentó el banco de inversión en un reporte.
Sin embargo, planteó, en el lado positivo, los desequilibrios externos y fiscales de México, así como su nivel general de incertidumbre política, probablemente permanecerán más contenidos que en países comparables.
“México debería continuar beneficiándose de la narrativa del nearshoring, incluso si los resultados tangibles de este proceso aún no están claros y tardarán en materializarse”.
Consideró que las principales fuentes de riesgo están relacionadas con la magnitud de la desaceleración en el crecimiento económico de Estados Unidos y con el fallo sobre las demandas de Canadá y Estados Unidos sobre el T-MEC.
De acuerdo con el documento Perspectivas Económicas 2023: Crecimiento más débil, tasas más altas, sin recortes, la economía mundial se debilitará al entrar en 2023 con Europa en recesión y Estados Unidos en desaceleración.
A pesar de esto, refirió, es probable que los principales bancos centrales continúen con el incremento de las tasas de interés al menos durante el primer trimestre y esta combinación sugiere que el apetito por el riesgo tiene espacio para caer.
Así, manifestó el banco, el impulso industrial se volverá negativo a medida que se endurezcan las condiciones de liquidez.
Credit Suisse, puntualizó que, en medio de esta situación, es probable que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) pueda pausar la alza en su tasa hacia la primavera, seguida por el Banco Central Europeo; sin embargo, se espera que ninguno reduzca las tasas hasta 2024.
“Estados Unidos podría ser el primero en ver que la inflación se desacelera de manera convincente junto con una relajación del crecimiento de los salarios, pero más en el segundo semestre que en el primero. La caída de la inflación en Europa y Japón se verá complicada por la creciente presión salarial”, agregó.