Doha. Conmovido “porque es imposible no llorar”, el seleccionador de Marruecos, Walid Regragui, aseguró que “somos el Rocky Balboa de esta Copa” y que sus jugadores alcanzaron las semifinales gracias a “muchos sacrificios, corazón, alma, buena táctica y mucho amor de la afición”.
Regragui, fanático de la saga protagonizada por Sylvester Stallone, no sólo destacó las virtudes futbolísticas de sus dirigidos, sino la mentalidad y disciplina con la que se han enfrentado a potencias como España y Portugal.
“Hay una idea clara del juego, futbolistas talentosos y disciplinados. Cuando compites con fuerza e intensidad puedes conseguir los resultados que se necesitan. Tal vez no contemos con mucho talento, pero ¿por qué no podemos ganar la Copa? Tenemos el derecho y la obligación de soñar”, agregó.
Al entrenador se le cuestionó también sobre Francia, su siguiente rival en semifinales, a la que enfrentarán el miércoles en el estadio Al Bayt.
“Francia es mi segundo país, puede estar bien jugar contra ellos", concluyó el técnico, nacido y criado en la periferia de París.
En tanto, el seleccionador de Portugal, Fernando Santos, reconoció que la eliminación fue una decepción “muy grande”, al mismo tiempo que confesó que tanto él como sus jugadores confiaban en llegar a la final y “ganarla”.
“Esta generación no termina aquí y tendrá la oportunidad de hacer cosas buenas por el futbol portugués. Hoy (ayer) demostró su capacidad. Estábamos convencidos de que íbamos a llegar a la final y ganar. Pero nos costó mucho entrar en el partido. Los jugadores quisieron, pero no pudieron y quedar fuera siempre duele”, explicó.
Asimismo, el experimentado Pepe cuestionó el arbitraje del argentino Facundo Tello y señaló que no está apto para dirigir en el certamen.
“Es inadmisible que un árbitro argentino nos pitara luego de lo que sucedió con Messi y Argentina (en el partido contra Holanda)”, dijo el zaguero de 39 años.
“No digo que hubiera venido condicionado, ¿pero cuánto jugamos en la segunda parte? Nada. El portero de Marruecos siempre estuvo pa-rado y (el silbante) sólo dio ocho minutos de tiempo añadido”, concluyó.