Moscú. Una corte del distrito Meshansky de la capital rusa condenó ayer a 8 años y medio de reclusión al político opositor Ilia Yashin por difundir “noticias falsas” sobre la guerra en Ucrania, en el que hasta ahora es el más severo castigo desde que se impuso la censura militar en Rusia.
“El inculpado difundió a sabiendas información falsa sobre las fuerzas armadas presentada como veraz”, dictaminó la juez Oksana Goriunova.
Yashin cometió el delito formal de poner en entredicho en Internet la versión rusa de una matanza de civiles ocurrida en la localidad ucrania de Bucha, que el ejército ruso atribuyó a un montaje para desacreditarlo. Pero el opositor no hizo ninguna afirmación categórica y se limitó a exponer lo que dijeron las autoridades de Ucrania por medio de la prensa extranjera.
Lo que el Kremlin –en este caso entendido como la poderosa Oficina de la Presidencia que mueve los hilos del quehacer político interno en este país–, no perdonó a Yashin es el desafío de quedarse en Rusia, pese a las numerosas advertencias de que se fuera al exilio para no ser una piedra en el zapato, una voz crítica que molestaba a la élite gobernante.
Sin embargo, Yashin optó por desoír esas recomendaciones en forma de ultimato al considerar que no incurrió en ninguna violación de la ley y sólo reprodujo otra interpretación de lo que sucedió en Bucha. El ex diputado municipal, quien llegó a encabezar un céntrico distrito moscovita, aprovechó la última palabra que le concedió la togada para dirigir al presidente Vladimir Putin un mensaje: “Al ver las consecuencias de esta monstruosa guerra, usted seguramente ya entiende el grave error que cometió el 24 de febrero. Nadie recibió con flores a nuestro ejército. Nos llaman verdugos y ocupantes. Se asocian con su nombre las palabras ‘muerte’ y ‘destrucción’. Usted está causando un dolor terrible al pueblo ucranio que, con toda seguridad, nunca le perdonará. Y usted desató la guerra no sólo contra los ucranios, sino contra su propio pueblo”.
Afirmó, asimismo, que “cientos de miles de conciudadanos dejaron la patria porque no quieren matar ni ser matados. Huyen de usted, señor presidente. ¿Acaso no lo ve? Lo exhorto a detener esta locura. Es indispensable reconocer como errónea la política hacia Ucrania, sacar las tropas de su territorio y comenzar una solución diplomática del conflicto. Recuerde, cada día de guerra trae más víctimas. Ya basta”.
Desde que comenzó la guerra, según los activistas de derechos humanos que llevan la cuenta, las autoridades rusas abrieron 160 procesos penales contra personas que, a su criterio, difundieron “noticias falsas” sobre lo que llaman “operación militar especial”. La mayoría terminaron con fuertes multas y otros esperan juicio.
El anterior castigo más severo, siete años de prisión, correspondió a otro diputado municipal de Moscú que no comparte la política del Kremlin, Aleksei Gorinov, quien en una reunión del consejo de su distrito se atrevió a cuestionar la conveniencia de organizar actividades infantiles cuando “en Ucrania mueren niños cada día”, afirmación que el enjuiciador interpretó como “noticia falsa”.