Ginebra. La Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó el viernes que los aranceles impuestos en 2018 por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio por el entonces presidente Donald Trump y mantenidos por la administración de Joe Biden contravienen las normas comerciales mundiales, en una decisión criticada de inmediato por Washington.
En 2018 Trump impuso aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio, amparándose en la Sección 232 de una ley de 1962 que permite al presidente estadunidense restringir las importaciones si amenazan la seguridad de su país.
Sus socios comerciales de América del Norte, Canadá y México, fueron eximidos posteriormente. En cambio, se mantuvieron para países como China, Turquía y Suiza, que llevaron el caso ante la OMC.
En uno de los casos de más alto perfil y potencialmente polémico que han llegado al organismo multilateral integrado por 164 países, el Órgano de Resolución de Diferencias de la OMC, concluyó que los aranceles resultaban incompatibles con varios artículos del Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) y recomendó a Estados Unidos corregir, en conformidad con la normativa internacional.
Respuesta de Biden
El comité concluyó que los aranceles no estaban justificados por “las excepciones relativas a la seguridad” estipuladas por el artículo 21 del GATT. Tampoco “habían sido aplicadas en tiempos de guerra o de graves tensiones internacionales.”
El grupo especial de tres personas de la OMC emitió sus conclusiones en los casos presentados por China, Noruega, Suiza y Turquía. Los casos presentados por India y Rusia siguen pendientes.
Por su parte, la administración del presidente Joe Biden ya llegó a acuerdos con la Unión Europea, Japón y el Reino Unido para eliminar los aranceles y remplazarlos con cuotas de importación bajo las cuales no se aplican los impuestos de Trump. A cambio, los socios comerciales eliminaron los aranceles que pusieron en represalia contra Estados Unidos.
Aún así, la administración Biden criticó la decisión de la OMC. “Estados Unidos ha sostenido la posición clara e inequívoca, durante más de 70 años, de que las cuestiones de seguridad nacional no pueden revisarse en la solución de diferencias de la OMC”, dijo Adam Hodge, portavoz de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.