China y Arabia Saudita firmaron ayer contratos equivalentes a 29 mil 300 millones de dólares, en el segundo día de una visita del presidente chino, Xi Jinping, a esta monarquía petrolera.
La visita de tres días fue criticada por Estados Unidos, aliado tradicional del reino saudita, que en los recientes años amplió sus colaboraciones económicas y políticas con otros países.
El gobernante chino y el príncipe heredero Mohamed bin Salmán asistieron a la firma de acuerdos energéticos sobre el hidrógeno, así como a un proyecto petroquímico, el desarrollo de viviendas y escuelas de idioma chino, señaló la agencia saudita SPA. La República Popular China es la primera consumidora de crudo bruto de Arabia Saudita y éste es el mayor exportador de hidrocarburos. El líder chino considera a la nación árabe como “una fuerza importante en un mundo multipolar”. Por otro lado, el líder asiático declaró que su gobierno seguirá haciendo todo lo posible por lograr una “solución justa al conflicto entre Palestina e Israel”, y remarcó que la comunidad internacional debe dar prioridad a la cuestión palestina en su agenda, así como impulsar la reanudación de las negociaciones entre los bandos.