Luego de la ofensiva y la condena “de los conservadores” de Argentina contra Cristina Fernández de Kirchner, el presidente Andrés Manuel López Obrador retó: “Si quieren meterme a la cárcel, ya saben dónde voy a estar”.
En la conferencia de ayer se le comentó que varios personajes de la oposición celebraron el fallo contra la vicepresidenta argentina y advirtieron que podría suceder lo mismo en México, a lo que López Obrador respondió que lo que hará en libertad al jubilarse (leer y escribir) puede hacerlo preso.
“Acerca de lo que me pueda pasar a mí, ya me lo hicieron, no tengo nada de qué avergonzarme, y estoy acostumbrado a enfrentar a mis adversarios. Si quieren meterme a la cárcel cuando termine, ya saben dónde voy a estar. Y se padece, se sufre cuando se va a la cárcel por un problema de conciencia, cuando uno hizo un mal, yo creo que esa es la peor prisión. Pero cuando uno tiene su conciencia tranquila, no importa: le diría yo que la cárcel a veces hasta protege”.
Ejemplificó que muchos líderes del movimiento estudiantil de 1968 fueron recluidos y salvaron la vida. En contraparte, si Carlos Madrazo hubiera estado prisionero, como el ingeniero Heberto Castillo, “no hay el bombazo que destruyó el avión en que viajaba”.
El jefe del Ejecutivo refrendó su apoyo a la vicepresidenta de Argentina y destacó la forma en que ella contestó tras la condena, al advertir que no buscará ningún cargo.
Insistió en que se trata de venganza política y un acto antidemocrático, porque “los conservadores” de la nación sudamericana no desean que la peronista participe en el próximo proceso electoral, que está a 11 meses de distancia. Es una estrategia parecida, aseguró, a la que enfrentó hace años Luiz Inácio Lula da Silva, que lo envió a prisión y le impidió ser candidato a la presidencia.
“Mi abrazo fraterno, mi solidaridad, y a todo el pueblo de Argentina, y hay que seguir adelante, resistiendo. Hacen esto para que no vaya de candidata y puedan decir: ‘Va a ser candidata una mujer acusada de corrupción’, y que el movimiento que ellos representan se debilite. Y (ella) dice: ‘Pues no quiero ser candidata’. Una actitud muy digna.
“Esto demuestra que no es una mujer ambiciosa, vulgar. Para empezar, tiene fuero, y va a estar hasta diciembre del año próximo, hasta las elecciones, y sin ser candidata ella va a seguir siendo dirigente y va a ayudar mucho para que ojalá continúe el progresismo en Argentina.”
El martes, un tribunal federal condenó a Fernández a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos tras ser declarada culpable, sin pruebas, de defraudar al Estado por alrededor de mil millones de dólares. El fallo puede ser impugnado y quedará firme hasta que lo resuelva la Corte Suprema de Justicia, lo que puede tardar años. Hasta entonces, podría postularse para cualquier cargo y estará en libertad.