Nueva York. La Organización de las Naciones Unidas establecerá un régimen de sanciones en respuesta a la violencia de las bandas y la crisis humanitaria en Haití, el cual debería estar en marcha en enero de 2023, dijo el jueves la coordinadora residente de la ONU para la nación caribeña.
En una rueda de prensa, Ulrika Richardson añadió que el Consejo de Seguridad sigue debatiendo una posible "intervención internacional" en Haití, dos meses después de que el jefe de la ONU, Antonio Guterres, propusiera a varios países el envío de una "fuerza de acción rápida" para apoyar a las fuerzas de seguridad nacionales.
Alarma propagación de epidemia de cólera
La epidemia de cólera, que ha dejado 283 muertos en Haití, se propaga por el país, se alarmó este jueves la ONU, preocupada por las crecientes necesidades humanitarias del país más pobre de América Latina.
"La epidemia de cólera sigue siendo una preocupación para el país y para nosotros. El número de casos sigue aumentando, con 283 muertos, y cerca de 12 milhospitalizaciones" desde que resurgió a principios de octubre, declaró Ulrika Richardson, en una conferencia de prensa.
A mediados de noviembre, el balance se elevaba a 161 muertos y más de siete mil 500 hospitalizados.
Además del "aumento continuo" del número de casos, a la organización le preocupa su "propagación en las regiones, con ocho de los 10 departamentos con casos confirmados", agregó.
A mediados de noviembre, la ONU hizo un llamado para recabar 145,6 millones de dólares para hacer frente a la epidemia, pero hasta el momento las promesas de donaciones se elevan al "16 por ciento", el equivalente a 23,5 millones, anunció la funcionaria.
En un país asolado por la violencia de las bandas criminales, las necesidades humanitarias van mucho más allá de la emergencia generada por el cólera, que ya provocó más de 10 mil muertos entre 2010 y 2019.
Mientras que la mitad de los haitianos no llegan a cubrir sus necesidades alimentarias, la ONU prepara para 2023 un plan humanitario evaluado en 719 millones de dólares, casi dos veces más que para 2022.
"La situación es preocupante", dijo Richardson, tras denunciar la "inseguridad galopante".
Las bandas armadas que dominan "cerca del 60 por ciento de la capital" utilizan, "con una intensidad aterradora, la violencia sexual como arma para mantener el control de la población", aseguró.