El acuerdo logrado en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) para incrementar 20 por ciento el SM para 2023 confirma la importante recuperación de la capacidad adquisitiva de esta remuneración en los últimos cinco años. El contraste es notable, ya que durante casi 40 años los salarios fueron utilizados como ancla nominal para detener la inflación. Esto significó que en cada revisión anual el incremento del salario mínimo (SM) para el año siguiente fuera menor a la inflación observada en el año en curso. Así, por ejemplo, en 2000, cuando se incrementó el SM en 10 por ciento, la inflación había aumentado en 1999 en 12.32 por ciento. En consecuencia, ese año hubo una disminución real del SM de 2.32 por ciento.
Los gobiernos mexicanos desde De la Madrid hasta Peña Nieto mantuvieron la noción de que la contención salarial era fundamental para el logro de la estabilidad. Además, para argumentar la imposibilidad de incrementar los SM, se afirmó que este salario referenciaba numerosos pagos: pensiones, multas, etcétera. De esta manera, como se ha documentado in extenso, el salario mínimo perdió año con año capacidad adquisitiva. Con la firma del TLC se sostuvo que esos salarios congelados constituían nuestra ventaja competitiva, aceptando que importaba más que firmas extranjeras se asentaran en el país que remunerar adecuadamente a nuestros trabajadores.
En abierto desafío a esta lógica económica, el gobierno de AMLO se planteó como una de sus metas fundamentales recuperar la capacidad adquisitiva de los SM, de modo que esa remuneración permitiera adquirir la canasta básica necesaria para una familia de cuatro miembros. Entre 2019 y 2023 el SM aumentó nominalmente 102 por ciento, al pasar de 102.68 pesos diarios a 207.44. Pero lo verdaderamente importante es el incremento real, es decir, el aumento de la capacidad adquisitiva de los SM: este aumento real es de 66.6 por ciento. En términos de la capacidad para adquirir la canasta básica individual que, de acuerdo con Coneval, valía 2,122.10 pesos en octubre pasado y que pudiera llegar a 2,150 en diciembre, con los nuevos SM podrían adquirirse 2.89 canastas básicas. El nuevo SM para 2023 se acerca a la meta de adquirir cuatro canastas básicas, pero aún tiene camino por recorrer.
Un faltante en esta política es que estos incrementos, sin embargo, no se han generalizado a los salarios profesionales debido a que en la Conasami los incrementos al SM se constituyen por dos decisiones: una indica un monto independiente de recuperación y otra es el incremento porcentual. En las revisiones salariales y contractuales se usa como referencia, como base para los incrementos que se acuerdan, el porcentaje de fijación. Esto explica por qué el resto de los salarios, aunque se han incrementado, lo han hecho a un ritmo que es sensiblemente menor que el aumento de los mínimos. Por esto, la recuperación de la capacidad adquisitiva de los otros salarios se ha rezagado, cerrando el abanico salarial.
Esta recuperación de la capacidad adquisitiva de los SM es uno de los mayores logros de esta administración. Los acuerdos entre el gobierno, las cámaras empresariales y los sindicatos, han ido cumpliendo con un propósito de elemental justicia, reconocido por los empresarios: que los salarios permitan que una familia mexicana pueda adquirir los elementos mínimos necesarios para su subsistencia.
Durante casi 40 años se operó con una lógica distinta: utilizar el SM para controlar la inflación. En contraparte, no hubo restricción para que las ganancias se incrementaran muy por encima de la inflación. Esta lógica neoliberal de carácter concentrador y excluyente ha sido desterrada.
Mucho queda por hacer. La remuneración de los trabajadores mexicanos sigue siendo baja en comparación con otros países de América Latina. Una comparación con datos para 2022 en dólares indica que a la cabeza de la región está Uruguay, cuyos trabajadores reciben mensualmente 565.78 dólares: Le sigue Costa Rica con 526.56, Ecuador con 425, Guatemala con 406.83, Chile con 388.52, y luego con una remuneración mayor que la que reciben los mexicanos El Salvador, Paraguay, Bolivia, Honduras y Panamá. México registra 267.16 dólares mensuales, que supera lo recibido por los trabajadores de Colombia, Perú, Brasil y Argentina; Nicaragua y Haití.
El gobierno ha planteado que los SM para 2024 y 2025 lograrán la meta de permitir comprar una canasta básica para sus cuatro miembros. Alcanzarla es posible y al hacerlo habremos dado pasos importantes en la consecución de la justicia salarial. Alcanzada esta meta es necesario seguir avanzando en los salarios profesionales para que la justicia sea lograda en todos los estratos salariales.