Pobladores de San Gregorio Atlapulco fijaron las 16 horas de este jueves para que se reanude la mesa de trabajo con el secretario de Gobierno Martí Batres con un punto único: la clausura definitiva de la obra en la avenida Nuevo León.
Al cumplirse una semana del cierre de esa vialidad, señalaron que de realizarse la reunión el funcionario deberá resolver si la empresa contratada por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México para la obra se encargará de sacar los tubos o lo hará la misma comunidad.
De vencer el plazo sin obtener una respuesta, señalaron que serán ellos mismos los que se encargarán de retirar la infraestructura.
Se informó a la comunidad que se han recaudado 33 mil 792 pesos de apoyo y al deducir los gastos tienen un disponible de 26 mil 139 pesos, y parte de esos recursos podrían destinarse a financiar el retiro de la tubería.
Señalaron que han juntado más de 3 mil firmas en contra de la obra, que en su momento entregarán a las autoridades, y aclararon que no aceptarán que se realice consulta alguna para que se decida si se cancela. “Es uno de los resolutivos de la asamblea y es inamovible, es ley y se tiene que cumplir”.
A cuatro kilómetros de allí se ubica el cárcamo y la planta de tratamiento de San Luis Tlaxialtemalco, adonde las autoridades señalaron que se enviarían las aguas residuales captadas con el proyecto de saneamiento de los canales del barrio Caltongo.
Ahí llegan las de San Gregorio y San Luis para ser tratadas, explicaron trabajadores del lugar, agua que se destina para alimentar los canales, riego o uso industrial.
Aunque San Gregorio mantiene su convicción de que se sacará agua potable de Xochimilco por el tipo de tubería que se ve, señalaron que aun si fuera para drenaje tampoco aceptarán porque la red del pueblo no soportaría más descargas de las que ya recibe de Nativitas y de Santa Cruz Acalpixca, pues en temporada de lluvias se ha inundado la primaria Independencia con aguas negras.