La mayoría de los suelos negros, terrenos básicos para el suministro mundial de alimentos, ya han perdido al menos la mitad de sus reservas de carbono orgánico y sufren procesos de erosión de moderados a graves, así como desequilibrios de nutrientes, acidificación y pérdida de biodiversidad, indicó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En su primer informe mundial sobre suelos negros, el organismo destacó que este tipo de superficies están más amenazadas que en cualquier otro momento de la historia por la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y los cambios en los usos de las tierras. Planteó dos objetivos principales para asegurarlos: la conservación de la vegetación natural de los suelos negros y la adopción de enfoques de gestión sostenible de las superficies cultivadas.
Los suelos negros, según el reporte, están presentes mayoritariamente en Rusia, con 327 millones de hectáreas, pero también hay en países de América, como Argentina, con 40 millones; Colombia, 25 millones, y México, 12 millones, por lo que representan la base alimentaria de otras naciones.
La FAO detalló que 95 por ciento de los alimentos que consumimos proceden directa o indirectamente de nuestros suelos, pero advirtió que aproximadamente un tercio de todos los registrados en el mundo ya están degradados, y su pérdida de fertilidad da una tierra menos productiva y sin cultivos ricos en nutrientes. Más información en https://bit.ly/3iBkwJb
Por otro lado, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, aseguró en la ciudad canadiense de Montreal, antes del inicio de la conferencia sobre biodiversidad COP15, que la humanidad se ha convertido en un “arma de extinción masiva” de la naturaleza, a la que “tratamos como un retrete”, reportó al agencia noticiosa Afp.
Criticó a las multinacionales por convertir los ecosistemas en “juguetes para obtener beneficios” y advirtió que los resultados serán catastróficos de no corregir el rumbo.