Las autoridades educativas afganas organizaron el miércoles exámenes de fin de estudios secundarios para adolescentes en gran parte del país, a pesar de que a la mayoría de ellas se les prohibió asistir a clase durante más de un año.
El ministerio de Educación no facilitó detalles sobre los exámenes -ni sobre el número de alumnas que se presentaban a ellos- y se negó a permitir que los medios de comunicación se acercaran a las escuelas donde se estaban celebrando.
"Fueron muy difíciles. No estábamos listas", dijo una adolescente a AFP mientras se dirigía a su casa, pidiendo no ser identificada.
Afirmó que les avisaron sobre el examen apenas unos días antes. "Este examen no sirve porque durante tres años no hemos estudiado nada. Primero fue el coronavirus y luego la llegada de los talibanes, así que no pudimos estudiar", detalla.
La mayoría de las escuelas secundarias para niñas cerraron sus puertas en todo el país desde que los talibanes volvieron al poder en agosto del año pasado, y los islamistas de línea dura ofrecen una serie de excusas para justificar este hecho.
Los funcionarios afirman no contar con suficientes profesores o fondos. También aseguran que reabrirán cuando se haya preparado un plan de estudios islámico y cuando se formule una política nacional sobre el atuendo escolar.
El ministerio había anunciado la reapertura de dichas escuelas en marzo del año pasado, pero fueron cerradas horas después por orden del líder supremo Hibatulá Akhundzada que, según fuentes talibanes, se opone a la educación de las niñas.
Los talibanes permitieron hasta ahora que las jóvenes asistan a la universidad, con clases segregadas por sexo.
Sin embargo, se teme que, sin poder aprobar el examen de fin de estudios, haya muy pocas mujeres que puedan solicitar la universidad.
Los estudiantes que aprueban el examen de fin de estudios son elegibles para presentar el "Kankor", una prueba altamente competitiva que decide codiciadas plazas universitarias.