Durango, Dgo. La Secretaría de Salud estatal dio a conocer ayer el deceso número 23 por meningitis micótica; se trata de Diana Pamela, de 26 años, quien tenía tres semanas internada en el Hospital General 450. La cifra de pacientes positivos permanece en 71.
Por otra parte, Evelyn Arrieta Miranda, de 25 años, egresó del nosocomio y se mantendrá en su casa bajo vigilancia médica. La joven se rencontró con sus dos hijas y narra cómo vivió 26 días hospitalizada por esta enfermedad.
Evelyn dio a luz a finales del mes de septiembre a una niña; empezó a sentir dolores intensos de cabeza en octubre, y ya en noviembre, cuando se dieron a conocer varios casos de meningitis, acudió al Hospital General 450 para hacerse la prueba, a la cual dio positivo; desde el 8 de ese mes quedó internada.
Ella platica que tuvo días muy duros y muy “apretados”, pero que encontró paz cuando hacía oración porque siempre confió en que Dios la ayudaría a superar esta situación.
También cuenta que halló consuelo en Adby, otra mujer con meningitis que llegó el mismo día al sanatorio y con quien hizo amistad; fueron compañeras y “paño de lágrimas” una de la otra, pues ambas debían soportar tanto el malestar físico, como estar alejadas de sus bebés.
“Entramos y salimos juntas, nos apoyamos siempre. Encontré en Adby una persona que es igual a mí y sobre todo, un hombro donde pude derrumbarme y donde tuve consuelo”. Reconoce que los días en que se hablaba de un fallecimiento más por meningitis fueron los más oscuros, porque provocaba el derrumbe de todas aquellas mujeres que estaban hospitalizadas por esa causa.
No platica detalles de lo sufrido en el cuarto piso del nosocomio, pero recalca que fue el proceso más duro de su vida; “mi padre Dios estuvo ahí, conmigo, y tristemente acudía a Él cuando más apretada me veía”.
Lo que más recuerda es lo ansiosa que estaba por volver a ver, abrazar y besar a sus dos pequeñas hijas, una de ellas de poco más de dos meses y Kay, de año y medio. Después de todo lo sufrido, señala, valora más la vida.
Evelyn dice estar muy agradecida por la forma en que fue atendida en el Hospital General 450 y de la segunda oportunidad que, asegura, le regaló Dios; “hoy (ayer) Él me demostró que es la mejor compañía y el mejor doctor, después de 26 días estoy en mi casa con mis hijas y mi familia”, celebra.
Agradece a cada enfermera que la atendió “porque siempre estuvieron al 100, a mí me trataron de la mejor manera posible, agradezco también a cada doctor, a mi neurólogo Ruano, a Castillo (infectólogo), a los sicólogos, a trabajo social, a los de la comida, a los de análisis, en fin, a todo el personal del 450 que se la rifó y se humanizó, gracias por su empatía”.
Aunque ella ya está fuera del hospital, pide a la gente orar por las otras mujeres que están en el cuarto piso, quienes siguen luchando día con día contra la meningitis de probable origen micótico.
Afirma que hoy más que nunca cree en los milagros y a pesar de que este proceso aún no termina, porque seguirá asistiendo cada semana a revisión, confía en que Dios le dará la salud y la recuperación plena, tanto a ella, como a quienes siguen internadas.
Sobre los culpables de que se haya propagado esta enfermedad, destaca que espera que sean detenidos y que se haga justicia no solo por quienes aún no mejoran, sino por quienes ya fallecieron.