La exposición virtual Quinamétzin: Tierra de gigantes revela la presencia de enormes animales que habitaron el valle de la Ciudad de México hace 11 mil años. El historiador Alejandro González, curador en el sitio Memórica, conversa en entrevista sobre el sitio en Internet que muestra los hallazgos paleontológicos durante las excavaciones para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y que fueron reunidos en el Museo del Mamut.
Los ancestros de los elefantes no sólo habitaron estos pastos junto a un gran lago, habían otras especies de mastodontes, armadillos gigantes (del tamaño de un poni), tigres dientes de sable, leones americanos y caballos mexicanos, pues en América hubo alpacas muy parecidas a las que existen actualmente en Sudamérica; también perezosos enormes cuyas garras medían unos 80 centímetros, así como patos y hasta un antepasado del ajolote.
“Hicimos un esfuerzo extraordinario para recuperar nuestro gusto por estos animales prehistóricos y, por supuesto, ponernos al día con los nuevos descubrimientos que se han realizado no sólo en México, sino en el mundo”, anuncia sobre la galería en Internet dedicada al pasado milenario de los mexicanos, la cual estará disponible en la página memoricamexico.gob.mx
Cuando la maquinaria pesada sacó los huesos gigantescos, se comenzó a revelar el fascinante pasado escondido entre las capas de tierra, a unos 2 metros y medio de profundidad. En el sitio de Memórica se podrán conocer fotografías inéditas de las excavaciones. “Es una investigación para las personas que no habitan en la cercanía del AIFA y que puedan conocer el Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinamétzin”, gracias a las facilidades prestadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), apunta el investigador.
Conocido también como el Museo del Mamut, cuenta con los registros fósiles y los esqueletos completos de estos animales, algo muy difícil de encontrar en el mundo, ya que normalmente se arman de distintos sujetos; asimismo, destacan las esculturas de Sergio de la Rosa, “impresionantes porque son a tamaño real”.
En el recinto cercano al nuevo aeropuerto se encuentran más de 600 mil restos de animales prehistóricos, “uno de los vestigios más grandes en el mundo”, que esperan revelar sus secretos. “Son hallazgos un tanto casuales, aunque ya había indicios de estos restos en la zona, porque eran los límites que ocupaba el valle de México, que es mucho más extenso que el que conocieron los españoles en el siglo XVI. Era una zona de pastos, de convivencia de estos grandes mamíferos que habitaron en la zona”.
Alejandro González explicó que en México ya se habían encontrado restos de otros mamíferos, como mamuts, otros paquidermos, caballos o algunos dientes de sable, hasta pequeñas especies como aves o peces, que pueden ser antepasados de los actuales, pero nunca se habían encontrado en tal cantidad.
Relató que hay algunos registros prehispánicos de mexicas que hallaron algunos esqueletos o colmillos de mamut, los que atribuyeron a gigantes que habitaron esta tierra. En este sentido, Carlos Molina hace un recorrido por la historia de la paleontología. Desde los años 50 del siglo XX ya hay reportes de excavaciones. “Sabemos poco de este pasado milenario”, apunta el especialista. Con hallazgos paleontológicos como ese se modifica la datación, pues se encontraron fósiles todavía más antiguos. Es muy interesante saber que se encontraron a 2 metros y medio de profundidad, pues eso “significa que fueron los últimos grandes mamíferos antes de esta gran extinción masiva que acabó con ellos”.
Se cree que el cambio climático, la escasez de alimentos y el descenso en el nivel del agua del lago, que crearon una especie de pantano e impidieron que pudieran prosperar, fueron factores que determinaron la desaparición de estos animales gigantes.
“Tiene una relación muy fuerte con nuestro presente. Es una invitación al museo, también a la reflexión y a generar conocimiento al tener estos elementos para seguir investigando y tener nuevos hallazgos.”