Washington. La cápsula espacial Orión sobrevoló el lunes la Luna a menos de 130 kilómetros de su superficie, una maniobra que marca el inicio del viaje de regreso a la Tierra de esta primera misión del programa Artemisa de la NASA.
Al realizar este sobrevuelo muy cerca de la superficie, la nave espacial aprovechó la atracción gravitatoria del satélite para impulsarse en su trayectoria de regreso.
La comunicación con la cápsula se interrumpió durante 30 minutos cuando pasó por detrás del lado oculto de la Luna. También debía sobrevolar los lugares de aterrizaje de la misión Apolo.
El empuje esencial del motor principal del módulo de servicio europeo, que propulsa la cápsula, duró poco más de tres minutos.
“No podríamos estar más satisfechos con el rendimiento de la nave”, declaró más tarde Debbie Korth, subdirectora del Programa Orión.
Mientras en sus pantallas aparecían imágenes espectaculares una vez restablecida la comunicación, en conferencia de prensa, Korth afirmó: “Todos en la sala tuvimos que parar y hacer una pausa, y mirar (...) Vaya, nos estamos despidiendo de la Luna”.
Esta era la última gran maniobra de la misión, que comenzó con el despegue del nuevo megacohete Artemisa de la NASA el 16 de noviembre, para un viaje que debería durar 25 días y medio en total.
Ahora, Orión sólo hará ligeras correcciones de rumbo hasta que aterrice en el océano Pacífico, frente a la ciudad estadunidense de San Diego, el domingo. Será recuperada e izada a bordo de un buque de la Marina de Estados Unidos.
El objetivo principal es probar la resistencia del escudo térmico de Orión, el más grande jamás construido, cuando ingrese a la atmósfera terrestre a una velocidad de 40 mil kilómetros por hora. Tendrá que soportar una temperatura de 2 mil 800 grados, la mitad de la que hay en la superficie del Sol.