Carthage. Decenas de miles de personas se preparaban para pasar varios días sin electricidad en un condado de Carolina del Norte, donde las autoridades dijeron que dos subestaciones eléctricas fueron baleadas por una o más personas con aparentes fines criminales.
En el condado de Moore muchos negocios y restaurantes tuvieron que cerrar en una época en la que los turistas y compradores navideños suelen llenar los estacionamientos, que ahora se encuentran vacíos. Otros estaban dando alimentos o café gratis, o pudieron operar realizando transacciones en efectivo.
El condado, ubicado a unos 95 kilómetros al suroeste de la capital estatal Raleigh, anunció que las escuelas estarían cerradas el martes, por segundo día seguido.
La compañía Duke Energy ha restablecido la electricidad a unos 9 mil clientes luego de que un máximo de 45 mil clientes se quedaron sin luz en el condado de unos 100 mil habitantes. Jeff Brooks, portavoz de Duke, dijo que la recuperación será gradual y que “una reparación bastante sofisticada con algunos equipos bastante grandes” continuará hasta el jueves.
El gobernador Roy Cooper dijo que investigadores estatales y federales “no están dejando piedra sin levantar en esta investigación para encontrar a los responsables”.
“Proteger la infraestructura crítica como nuestro sistema eléctrico debe ser una prioridad absoluta”, declaró Cooper en una conferencia de prensa. “Este tipo de ataques plantea un nuevo nivel de amenaza. Estaremos evaluando formas de trabajar con nuestros proveedores de servicios públicos y nuestros funcionarios estatales y federales para asegurarnos de que reforzaremos nuestra infraestructura donde sea necesario”.
El jefe policial del condado de Moore, Ronnie Fields, declinó comentar el incidente, y sólo dijo que el daño fue provocado por disparos. Pero afirmó que quien fuera responsable, “sabía exactamente lo que estaba haciendo para… causar el apagón”.
En tanto, los semáforos no servían en todo el condado. Los automovilistas utilizaron las intersecciones como paradas de cuatro altos, causando embotellamientos en sitios como el centro de Carthage.
Noah Hartford, un estudiante de ingeniería civil en la Universidad Comunitaria de Sandhills, dijo que su familia ha tenido problemas para mantenerse calientes desde que se les fue la luz en su hogar de Aberdeen. Las temperaturas cayeron por debajo del punto de congelación a primera hora del lunes, y se esperan mínimas de alrededor de 4 grados Celsius durante la semana.