La Haya., Chile y Bolivia llegaron a un acuerdo sobre el estatuto de las aguas del río Silala, indicó ayer la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y puso fin a la disputa binacional.
De acuerdo con la CIJ, durante el procedimiento en La Haya las posiciones entre los países sudamericanos se aproximaron al punto de tornar innecesario que la más alta jurisdicción del sistema de la Organización de Naciones Unidas se exprese en un sentido u otro.
Así, la corte constató por abrumadora mayoría que en seis de los ocho puntos en discusión hubo coincidencias evidentes que eliminaron la necesidad de un pronunciamiento, ya que “no hay dudas” de que el Silala es un curso de agua internacional. En los puntos restantes, la CIJ rechazó una denuncia de Chile sobre supuesto incumplimiento boliviano de cooperar, así como otra de Bolivia sobre el acceso a las aguas superficiales del afluente. La postura de la CIJ permitió a los dos países considerarse favorecidos por el fallo.
“Ha concluido la controversia sobre la naturaleza y uso de las aguas del Silala, y, a partir de ahora, con base al fallo, Bolivia ejercerá los derechos que tiene sobre las aguas”, expresó en una nota el ministro boliviano de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, que siguió la audiencia.
“Bolivia resolvió la controversia con un pueblo hermano gracias al trabajo basado en estudios científicos y relaciones internacionales”, celebró en Twitter el presidente Luis Arce.
La agente (principal representante) de Chile ante la CIJ, Ximena Fuentes, consideró que el fallo era “bueno”, porque ahora los dos países “profundizarán” en la cooperación en materia de recursos hídricos.
“Podemos hoy día, después de este fallo, enfocarnos en lo que nos une y no en lo que nos separa, potenciando la cooperación para contribuir al desarrollo de nuestros países y pueblos”, dijo el mandatario chileno Gabriel Boric.
Chile reclamaba que la CIJ declarara al Silala como un río internacional y que, como tal, se sujetara al derecho del uso equitativo y razonable. El Silala nace en bofedales (humedales de altura) en el departamento boliviano de Potosí y en su trayecto atraviesa la frontera con Chile. El caso llegó a la CIJ en 2016. Las relaciones diplomáticas entre los dos países están rotas desde 1978, cuando fracasó el último intento de negociar un acceso de Bolivia al océano Pacífico.