Lima. El Congreso peruano aprobó ayer comenzar un juicio político contra el presidente Pedro Castillo, una iniciativa promovida por legisladores la oposición que buscan por tercera vez destituir al mandatario que asumió al poder en julio de 2021.
Con 73 votos a favor, 32 en contra y seis abstenciones, el Congreso admitió el proceso y el jefe del Parlamento, José Williams Zapata, convocó a Castillo para que el 7 de diciembre responda a supuestas faltas constitucionales en funciones.
El presidente, un ex sindicalista, ya sobrevivió a dos intentos de destitución en el Congreso. El primero el diciembre del año pasado, ocasión en que la iniciativa no llegó a ser debatida en el pleno del Congreso, y el segundo en marzo, cuando apenas reunió 55 votos. Para expulsar al mandatario, según la moción por “incapacidad moral” para gobernar, se necesitan 87 votos de los 130 parlamentarios, un número que ahora la oposición de partidos de derecha espera alcanzar.
La incapacidad moral permanente es una cláusula incorporada a las leyes constitucionales peruanas hace más de 180 años y “no tiene una definición objetiva”, según los expertos. En el siglo XIX significaba “locura”, pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
La decisión del Congreso se produce después de que un grupo de Alto Nivel de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomendó una “tregua política” entre los poderes en pugna en Perú para propiciar un diálogo formal, al entregar su informe preliminar sobre la visita que realizaron al país.
Ese proceso negociador podría contar con el apoyo de “un tercero” o de una o varias “organizaciones internacionales”.
Piden un sentido responsable en los poderes
La misión de la OEA considera asimismo importante que en el marco “del diálogo nacional” se aborden los temas del racismo y la discriminación y llama a “ejercer la libertad de expresión con un sentido constructivo, responsable, imparcial”.
Estas recomendaciones se analizarán en un próximo Consejo Permanente para votar una resolución sobre una “tregua de cien días”, afirmó el secretario general de la OEA, Luis Almagro, “consciente de que es el comienzo de un trabajo”.
Al cierre de esta edición no se conocía la reacción de Castillo a la decisión del Congreso, aunque horas antes declaró que la OEA ratificó que su gobierno está bajo ataques desestabilizadores de un grupo político.
“El Grupo de Alto Nivel de la OEA ha ratificado que mi gobierno recibe ataques desestabilizadores por un grupo político que hasta hoy desconoce el voto popular y pretende vulnerarlo”, publicó en la red social Twitter.
Agregó que mantiene el espíritu con el que comenzó su gobierno y que está expresado en las recomendaciones de la OEA, hacía “un llamado a los titulares de las instituciones del Estado y a los líderes políticos y sociales del país para dialogar y asegurar la gobernabilidad.
“Así como a rechazar la desestabilización, venga de donde venga. Es momento de dar una solución rápida a las necesidades de nuestro pueblo postergadas por muchos años. Perú nos necesita a todos.”
El Grupo de Alto Nivel de la OEA visitó Perú del 20 al 23 de noviembre, en medio de la crisis que enfrenta al Ejecutivo y el Legislativo por la gestión del país.
En esos días, se entrevistó con el jefe de Estado, así como con los titulares del Parlamento, el Ministerio Público y el Poder Judicial, entre otros actores políticos y de la administración pública a fin de hacer propuestas de diálogo.