Washington. El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer una ley para evitar una huelga del transporte ferroviario de mercancías potencialmente catastrófica para su economía.
El texto, adoptado por el Senado tras su aprobación antier en la Cámara baja, impone un acuerdo sectorial a pesar de que no ha obtenido el respaldo de todos los sindicatos del sector.
Ante la perspectiva de una huelga a partir del 9 de diciembre para exigir el derecho a la licencia por enfermedad, el presidente Joe Biden, un gran partidario del transporte ferroviario, exigió la aprobación del texto por el Congreso, lo que está facultado a hacer en virtud de una ley de 1926.
El líder demócrata, que nunca pierde la oportunidad de afirmar su apoyo a los gremios obreros, consideró demasiado peligrosa la situación, pues una huelga en el sector causaría pérdidas diarias por 2 mil millones de dólares, según una estimación de la American Railroad Association. En Estados Unidos, 28 por ciento de las mercancías son transportadas por tren. Una paro también afectaría a la red para transporte de pasajeros, pues la mayoría circula por vías de las cargueras.
Al forzar la adopción del convenio colectivo y eludir el diálogo social, el jefe de Estado se expuso a las críticas de los trabajadores y de la mayoría de los actores políticos de la izquierda.
“No hay un ejemplo más claro de avaricia corporativa que lo que vemos hoy”, indicó el senador progresista Bernie Sanders.
Biden se defendió de las críticas en rueda de prensa ayer al asegurar que consiguió “negociar un contrato récord”.
El texto prevé un incremento salarial de 24 por ciento en el quinquenio 2020-2024.