Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró ayer como un paso en la “dirección correcta” las licencias de autorización de Estados Unidos al gigante energético Chevron para operar en el país sudamericano, pero aseguró que “no es suficiente” y le pidió levantar por completo las sanciones impuestas a la república bolivariana, principalmente las relacionadas con la industria petrolera.
“Sacar a Venezuela del circuito económico del mundo fue una idea extremista de Donald Trump, y la están pagando porque el país forma parte de la ecuación energética mundial”, apuntó Maduro en conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores.
“Le duela a quien le duela, tenemos que estar ahí, somos una gran potencia petrolera y vamos a ser una potencia gasífera”, aseguró.
Chevron fue autorizado el sábado pasado a retomar sus actividades en las cuatro empresas conjuntas que tiene con la estatal PDVSA, aunque el Departamento del Tesoro aclaró que la estatal no deberá recibir ingresos por las ventas de la compañía estadunidense. El anuncio se hizo después de que el gobierno y la oposición venezolanas firmaron en México un acuerdo para gestionar la liberación de 3 mil millones de dólares del gobierno bloqueados en el extranjero por sanciones para proyectos sociales en Venezuela.
Al recordar que Venezuela ha sido blanco de 763 sanciones y que tiene congelados al menos 24 mil millones de dólares en cuentas del exterior, Maduro subrayó que espera que la liberación de recursos económicos por el acuerdo con la oposición “sea inmediato”, para diciembre.
Washington ha dejado en claro que cualquier progreso en la estrategia de flexibilización de sanciones sólo se producirá después de que las partes logren en México acuerdos sobre un calendario electoral, la revisión de las inhabilitaciones a opositores, el regreso de los partidos políticos a los líderes legítimos y el acceso de los observadores electorales internacionales.
“¿Elecciones libres quieren? ¿Justas y transparentes? Elecciones libres de sanciones, libres de medidas coercitivas unilaterales, que las quiten todas, que se las lleven todas para ir a unas elecciones frescas, bonitas, buenas… en el momento que la Constitución determine”, destacó Maduro.
El mandatario bolivariano pidió que Estados Unidos le devuelva a su gobierno el control de Citgo, filial de PDVSA en ese país, otorgado a la oposición liderada por Juan Guaridó en 2019. “Es propiedad de Venezuela y uno de los elementos vitales para seguir avanzando en las negociaciones es que Citgo se le regrese a Venezuela completamente libre de polvo y de paja”.
Estados Unidos y otros 50 países reconocen a Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, después de que los principales partidos políticos de la oposición denunciaron un “fraude” en los comicios presidenciales, pero recientemente ha perdido fuerza ese reconocimiento. Colombia se lo retiró, lo mismo que Argentina y Perú.
Aunque formalmente mantiene la línea de la administración de Trump de desconocer a Maduro, el gobierno de Joe Biden estableció contactos con Maduro en medio de la crisis energética provocada enfrenta tras la invasión rusa en Ucrania.
El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, reiteró que el bloque comunitario está dispuesto a revisar las sanciones a Caracas, y se “acomodarán” a los avances del diálogo entre el oficialismo y la oposición.
El canciller español, José Manuel Albares, se reunió con el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, con quien abordó, entre otros temas, el de Venezuela y las recientes conversaciones entre el gobierno y la oposición.
En tanto, un grupo de 97 venezolanos regresó a su país procedentes de México a través del gubernamental Plan Vuelta a la Patria.