Ciudad de México. El Banco de México incrementó sus expectativas de crecimiento para la economía nacional tanto este como el siguiente año, en buena parte por el dinamismo de la actividad durante el tercer trimestre de 2022, al tiempo que los estimados de inflación para los próximos ocho trimestres (dos años) también fueron revisados al alza. El organismo espera que ésta se ubique en el rango cercano a su objetivo de 3 por ciento durante el primer trimestre de 2024.
El banco central pasó de 2.2 a 3 por ciento su estimado sobre el crecimiento de México en 2022, dado que la actividad económica avanzó por arriba de lo previsto durante el tercer trimestre. Con esta base más amplia y dado el efecto aritmético, aumentó de 1.6 a 1.8 por ciento la previsión del próximo año, mientras para 2024 calcula un avance de 2.1 por ciento.
“México enfrenta un entorno complejo e incierto caracterizado por una elevada inflación mundial, un apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales, así como un deterioro de las perspectivas para la actividad económica internacional”, expuso Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del banco central.
Durante la presentación del Informe trimestral julio-septiembre 2022, la gobernadora advirtió que el crecimiento en México podría resultar menor al estimado por una reducción en la demanda externa, o si se prolongan las afectaciones al comercio internacional, sobre todo en los mercados de energéticos.
Con el repunte en las previsiones de crecimiento, el BdeM también movió al alza sus estimados de inflación para el cierre de 2022, de 8.1 a 8.3 por ciento, y así lo hizo con cada uno de los siete trimestres subsiguientes; al grado de que espera que ya no sea entre julio y septiembre de 2023 que la inflación se encuentre en el rango cercano al objetivo de 3 por ciento, sino que sea hasta seis meses después, en el primer trimestre de 2024.
Gran parte del movimiento se debe al curso de la inflación subyacente, la cual se ha mantenido al alza.
El subgobernador Jonathan Heath explicó que para las tareas del BdeM, la inflación subyacente es “mucho más importante” que la general. En noviembre la medición de la inflación subyacente tuvo un componente atípico, dadas las fechas en que se llevó a cabo El Buen Fin, así que cuando salga la cifra para los 30 días puede mostrar que este componente está cediendo. No obstante, hay que tener “mucho cuidado con la interpretación del dato, porque sólo es un mes”.
Política autónoma
Como lo han reiterado en diversas ocasiones, los miembros de la Junta de Gobierno explicaron que el BdeM no seguirá en automático las decisiones de su par en Estados Unidos, la Reserva Federal, para definir sus propios incrementos, así que no descartan un descoplamiento en las próximas reuniones de política monetaria.