Doha. En sus cinco participaciones mundialistas anteriores, Marruecos sólo pasó a octavos de final en una, en México 1986, y hoy tiene la oportunidad de avanzar de nuevo, con su duelo ante la ya eliminada Canadá.
Será en el cierre de la tercera jornada del grupo F, donde Marruecos depende de sí mismo para lograr la misión, bastándole un empate.
Llega al día del desenlace de la lla-ve con cuatro puntos, en segundo puesto, igualado con Croacia y delan-te de Bélgica (tres unidades) y de la ya condenada Canadá (sin puntuar).
Una victoria clasifica a los marroquíes para los octavos, como primeros o segundos de grupo. El empate le sirve para pasar como segundo y una derrota le obliga a depender del resultado entre belgas y croatas, que juegan a la vez en el otro partido del grupo.
“Todavía no hemos ganado nada. Evidentemente, estoy feliz por esta victoria, pero tenemos que recuperarnos. Canadá es un muy buen equipo y para derrotarlo tendremos que conservar este espíritu combativo”, afirmó el seleccionador de los Leones del Atlas, Walid Regragui, después de ganar a Bélgica, segunda clasificada en el ranking FIFA, en la segunda jornada.
Frente a ellos estará un Canadá que juega su segunda Copa del Mundo y que, pese a ser uno de los primeros eliminados matemáticamente en el torneo, ha dado una imagen positiva. Canadá coorganizará la próxima Copa del Mundo con Estados Unidos y México, en 2026.
Croacia y Bélgica, segunda y tercera en el pasado Mundial, viven momentos antagónicos en Qatar: Los balcánicos avanzan hacia la clasificación con la solidez habitual, mientras los Diablos Rojos han entrado en conflictos internos que amenazan con explotar.
“Tuvimos una buena reunión entre los jugadores, nos dijimos muchas cosas. Sobre todo, insistimos en que todavía tenemos un partido por jugar, es lo más importante”, señaló el capitán belga, Eden Hazard.