Dolor, desilusión y coraje son los sentimientos que arrastran los aficionados mexicanos luego de la prematura eliminación del Tricolor en Qatar 2022. El apoyo fue incondicional en el Fan Festival en el Monumento a la Revolución, pero tras el descalabro más lacerante, los seguidores no dudaron en señalar a un culpable: Gerardo Martino.
“Ya valió… Que se vaya Martino, éste debe ser su último juego”, reclamó entre la furia y la frustración uno de los seguidores después del gol de Arabia Saudita que sentenció la eliminación mexicana.
“Por momentos nos ilusionaron; sin embargo, la caída fue más fuerte”, dijo Manuel mientras abandonaba el lugar con aflicción y molestia. “Sólo fueron a hacer el ridículo, a Funes Mori lo perdono, casi no jugó, pero Martino que se largue”, sentenció Carlos, otro seguidor que portaba con pesadumbre una réplica de plástico de la Copa del Mundo.
Oribe Peralta, ex profesional del futbol, lanzó un dardo para los dirigentes del balompié nacional. “Necesitan analizar a qué le van a dar prioridad, si a lo deportivo o al negocio. Deberían pensar en procesos a largo plazo para todas las selecciones, con un técnico que conozca y sepa potenciar al jugador mexicano”, señaló.
Horas antes, el ambiente era constrastante. Con un semblante de esperanza, pero con el temor en el alma, miles se seguidores llegaron poco después del mediodía al Fan Festival para ver un partido que sería decisivo. La consigna para México era golear para aspirar a octavos de final, pero ante la ausencia de un delantero de jerarquía, los aficionados se mostraban inquietos.
“Está complicado y sería triste si los eliminan, de ser así, pues nos volveremos brasileños”, dijo entre risas antes del partido Lupita Mercado, mujer de 59 años de edad, quien recreó el ambiente catarí con un turbante tricolor y vestida con una abaya –túnica árabe–.
Esperanza era la palabra que varios aficionados repetían, había confianza en que el Tricolor despertaría en el último juego de fase de grupos y golearía.
“Lo veo difícil, pero mientras haya esperanza aquí estamos”, sostuvo René, estudiante, quien junto con sus amigos se saltó clases para ver el partido y como varios compartía el sentimiento de “apoyar hasta el último minuto”.
El nerviosismo reflejado en un pesado silencio prevaleció entre los asistentes en la primera parte del encuentro. Las atajadas de la zaga saudita tras los ataques de Orbelín Pineda e Hirving Lozano sólo aumentaban la tensión.
Pero un estallido se vivió con el gol de Henry Martín. “¡Vamos, México, sí se puede!”, corearon los presentes en el Monumento a la Revolución mientras revivían las posibilidades de avanzar. Tan sólo cinco minutos después, Luis Chávez desató otro rugido más ensorde-cedor que ilusionaba hasta al más escéptico y despertó los rezos “por otro gol” para completar la hazaña.
El marcador entre Argentina y Polonia también daba ánimos, aunque de nuevo el silencio revelaba una mayor tensión. La afición sólo esperaba un tanto para liberar los temores, incluso varios de los asistentes estaban dispuestos a perdonar a Rogelio Funes Mori. “Si anotas te volvemos a querer”, gritaban al delantero argentino naturalizado mexicano.
Pero el tanto que llegó no fue el de la algarabía, sino uno que derrumbó la ilusión de los tricolores. Arabia Saudita anotó y con la eliminación de México comenzó una desbandada prematura en el Fan Festival. “Ya ni para llorar, siempre es así, nunca hacen nada”, decía un policía mientras los seguidores salían aún incrédulos: “nos quedamos a un gol”.