El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) requiere apoyo para consolidarse, por ello se busca que tenga una política de cielos abiertos; varias aerolíneas, sobre todo de Europa y algunas de bajo costo de Estados Unidos, están interesadas y “ya tocaron la puerta”, aseguró Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Si bien el AIFA reportó que en octubre sus operaciones despegaron 81.5 por ciento respecto a septiembre, el subsecretario reconoció que la instalación “necesita políticas de apoyo” para consolidarse. En ese sentido se busca permitir el cabotaje, para que desde y hacia esa instalación lasw aerolíneas extranjeras puedan volar a otros aeropuertos en México.
En el tiempo que lleva de operación, de marzo a octubre de 2022, el aeropuerto de Santa Lucía ha atendido a 497 mil 900 pasajeros, 57.9 por ciento de ellos fueron entre septiembre y octubre, una vez que las aerolíneas mexicanas aumentaron operaciones. El gobierno federal ahora busca hacer una excepción con el AIFA y permitir que las firmas extranjeras también pueden operar vuelos domésticos.
La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) destacó que la medida “no es el mecanismo adecuado para este objetivo (consolidar las operaciones en el AIFA) y vulnera la posición de la industria aérea nacional”, pues esta última atraviesa por un momento clave ante la degradación de categoría por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés).
“La recuperación de la Categoría 1 debe ser la prioridad de gobierno e industria, ya que este importante logro será un catalizador para la conectividad aérea con nuestro principal mercado internacional y donde el AIFA podría jugar un papel fundamental”, explicó la Canaero en un comunicado.
Durante el Mobile 360 América Latina, Jiménez Pons reiteró que “para abril o para mayo” se espera que México recupere la Categoría 1.
Se está trabajando en una estrategia general. Por el lado jurídico, para solventar las atribuciones que pasaron a la Agencia Federal de Aviación Civil y las que quedaron en la SICT ; en el rubro presupuestal, para que tenga incrementos; y en el operativo “apretando tuercas”, dijo el funcionario.
Sobre el ciberataque que resintió la SICT en octubre pasado, Jiménez Pons reconoció que afectó en general, “porque tuvimos que parar muchas máquinas”, no se pagó rescate alguno para desbloquear la información, pero en 10 por ciento de los equipos afectados “se está haciendo una especie de salvamento” porque contienen “información vital”.