La Copa del Mundo 2026, que organizan de forma conjunta México, Estados Unidos y Canadá, representa “una valiosa oportunidad para los tres países de respetar y garantizar los derechos humanos”, su legado puede ser uno “que no nada más no dañe a las poblaciones más vulnera-bles, sino que mejore las condiciones para los trabajadores de la región”, coincidieron las organizaciones Centro de los Derechos del Migrante, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) y la Red de Mujeres Sindicalistas, entre otras.
En un conversatorio, Cereal alertó que los dos grandes sectores que generarán más empleos, pero al mismo tiempo estarán en mayor riesgo de que se violen sus garantías, son el de construcción y el de prestación de servicios, como hotelería, restaurantes, aeropuertos y transporte público. “Son los que van a estar brindando el servicio antes, durante y después de la Copa Mundial”, dijo.
Rosario Ortiz, coordinadora de la dirección colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas, expresó que “hay una preocupación muy fuerte para el proyecto de FIFA 2026 en el país” y en particular en las sedes, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
“Tenemos la referencia de lo que pasó en Qatar, de la ausencia de los derechos laborales y de la problemática de las medidas de seguridad e higiene, que detonaron que miles de trabajadores fallecieran por no cumplir con este marco, que además era una obligación” del país en el acuerdo con FIFA, señaló.
En este sentido, las organizaciones se pronunciaron porque en la elaboración del marco de derechos humanos que se establezca con la FIFA se cuente con la participación de la sociedad civil.